Zidane Zeraoui/ Actuar con la razón
| Autor | Zidane Zeraoui |
Hasta las 20.00 horas de ayer todavía la situación en los Estados Unidos quedaba muy confusa después de los diversos ataques terroristas que sacudieron a la principal potencia mundial, sin ningún indicio de los responsables del más espectacular atentado realizado en la Unión Americana (o en cualquier parte del mundo). Goliat ha sido herido sin poder responder hasta ahora por la ausencia de responsables de los actos.
Las últimas noticias de las explosiones que se llevaron a cabo el día de ayer en Kabul (Afganistán), despiertan algunas preguntas como los mismos atentados que cimbraron la confianza estadounidense. La incógnita que recubre los acontecimientos en la capital de los Talibán nos permite especular sobre su origen.
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Los Estados Unidos decidieron actuar rápidamente como se había hecho durante los atentados contra las embajadas de Kenia y Tanzania: a pesar del silencio de Washington sobre su responsabilidad en estos ataques contra la capital afgana, podemos pensar que el Gobierno estadounidense decidió castigar el presunto responsable (el Gobierno de los Talibán) de proteger a Osama Bin Laden, el saudí responsable de los atentados contra las embajadas estadounidenses e inclusive del atentado contra las fuerzas en Arabia Saudita en 1994. De hecho, después de los atentados contra las embajadas, el Gobierno de Washington bombardeó no solamente Afganistán sino también Sudán, antes inclusive de lograr obtener pruebas contundentes contra los dos países fundamentalistas islámicos.
De la misma manera, en 1986, el Gobierno estadounidense había bombardeado Trípoli, Libia, después del atentado ocurrido en una discoteca frecuentada por militares estadounidenses en la entonces República Federal Alemana, a pesar de la declaración de Bonn de que no había encontrado pruebas para inculpar al Gobierno libio.
Si este hecho es comprobado, los Estados Unidos seguirán apareciendo como el principal enemigo de los pueblos islámicos con todas las consecuencias que esto podría seguir conllevando.
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El segundo escenario sería un ataque sorpresivo israelí contra las instalaciones afganas para promover una reacción estadounidense: este escenario responde a la política llamada "del ataque defensivo" que ha promovido Israel desde su creación como lo fue, por ejemplo, la destrucción, en 1982, de la central nuclear Osiris que el Gobierno francés estaba instalando en Iraq.
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El último escenario, que me parece más probable, es una lucha interna en Afganistán entre los...
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