Ximena Peredo / ¿Ha sido contagiado?

AutorXimena Peredo

En su discurso inaugural del Foro Económico Mundial a principios de este 2020, António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, dijo que los tiempos actuales se podían definir con dos palabras: incertidumbre e inestabilidad.

Guterres hablaba del cambio climático. Sin embargo, el cumplimiento de los acuerdos sigue pendiente. Lo paradójico es que nadie sino el coronavirus respondió.

La pandemia nos ha revelado, apenas en sus inicios, la relación tóxica de nuestra economía con el medio ambiente. Si bien hoy las preocupaciones del mundo están sobre el colapso económico que arrastrarán las medidas preventivas de aislamiento, detrás de este apagón hay un escenario que debería preocuparnos aún más.

En el último mes, China ha bajado sus emisiones de dióxido de carbono en un ¡25 por ciento! Esto jamás se hubiera conseguido con discursos ni presiones políticas. ¿Cómo podemos entender que mientras la economía cae herida, el medio ambiente se limpia?

Según el Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio, se estima que la reducción hasta el momento es de 200 millones de toneladas de dióxido de carbono.

Esto quedó confirmado por la NASA, al publicar a principios de mes imágenes satelitales de Wuhan que dan cuenta de cómo la mancha oscura de dióxido de nitrógeno -gas que sólo se detecta cerca de las fuentes de emisiones: tráfico vehicular e industria- fue desapareciendo hasta desvanecerse por completo en los últimos días.

Me enteré de la existencia de la ciudad de Wuhan, con 9 millones de habitantes, a partir del origen de la pandemia. Recuerdo cómo se veía una nata densa de contaminación en el aire. Mucho peor que aquí, pensé. Wuhan flotaba en suciedad.

Un fenómeno semejante sucedió en 2008, en Estados Unidos. En ese año se reportó una baja sustancial en la emisión global de gases, producto de la desaceleración económica.

Aquí a nivel local, recuerdo que hace tres años hubo un desabasto de gasolina ante la volatilidad de su precio. El gasolinazo nos paralizó. Habrá generando quebrantos económicos importantes, sin duda, pero limpió nuestro aire en cuestión de horas, lo que en años no hemos conseguido de manera sostenida.

¿No es preocupante que...

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