Ximena Peredo / Los rehenes del IMSS

AutorXimena Peredo

En Nuevo León, la calidad de vida la conquista el ciudadano a pesar de su Gobierno. Quien desea sencillamente tener una vida digna primero debe sortear las trampas que quienes deberían protegernos van montando en el camino. No basta con esforzarse todos los días de sol a sol, los regiomontanos debemos guardar energías para defendernos de los embates de nuestros reyes y señores feudales.

Hay ocasiones en las que sus agresiones son tan burdas que uno no atina a comprender si es saña o negligencia. Éste es el caso del conflicto entre operadores de guarderías subrogadas y el IMSS, que ha trastornado la vida doméstica de miles de familias trabajadoras. ¿Qué hay detrás de la orden de cerrar todas las guarderías públicas a las 16:30 horas?

Este tipo de intransigencia es típicamente neoliberal, es decir, es un rasgo característico de las empresas sin escrúpulos, que sólo atienden a sus objetivos financieros o a sus estrategias políticas. El silencio con el que Jorge Luis Hinojosa, delegado del IMSS en el Estado, ha respondido a los padres de familia desesperados es una conducta antisocial, pues utiliza a los bebés, niños y niñas de rehenes en negociaciones políticas.

Como sucede últimamente, parece que las normas o las leyes -y no los funcionarios públicos- son las autoras de nuestras desgracias. Sucede que el contrato del IMSS con sus operadoras estipulaba que la guardería sólo daría un servicio de nueve horas diarias, de 7:00 a 16:00 horas. Al ser esta cláusula tan absurda, las guarderías subrogadas optaron por extender el servicio tres horas más, hasta las 19:00 horas, y los padres de familia aceptaron pagar "las horas extras", incurriendo así en un acto de corrupción involuntario.

La corrupción involuntaria sucede cuando al ciudadano no le queda otro remedio más que transgredir las normas. Acorralado por sus propias "autoridades", se resiste al papel del gran perdedor que paga siempre los platos rotos. Pues, ¿qué podrían hacer los papás y las mamás trabajadoras? ¿Renunciar a sus fuentes de ingreso?, ¿entregar a sus hijos al DIF? ¿O pagar para que las guarderías concedan una extensión en el servicio (que debiera ser a todas luces legal y gratuita)?

¿Cuántas veces nos encontramos como estas familias...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR