Ximena Peredo / No es que no nos importe

AutorXimena Peredo

El domingo pasado se llevó a cabo la elección extraordinaria de Monterrey, aunque para la enorme mayoría nada pasó.

El 67 por ciento del electorado prefirió hacer cualquier otra cosa antes que regresar a la casilla. Eso, sin embargo, no debe leerse como apatía, es decir, no es que no nos importe el destino de nuestra Ciudad. Simplemente, los regiomontanos nos quedamos sin razones para votar. El abstencionismo fue un acto de protesta espontáneo.

Cuando comenzó el jaloneo con el resultado de la elección del 1 de julio, fuimos expulsados de la decisión. Muchos podríamos aceptar que a Felipe de Jesús Cantú el PRI le robó la elección entonces e incluso podríamos sospechar que el resultado del 23 de diciembre estuvo relacionado con la capacidad del PRI de acarrear y comprar más votos que su oponente, sin embargo, y esto es el asunto que me interesa subrayar, no nos da la gana -ni la razón- para defender al PAN.

¿Es que acaso ya no nos importa la democracia? ¿No nos importa que el PRI haga trampa? ¿Preferimos al PRI?

Cuando alguien es presa de una injusticia pide auxilio. Muy pocos en automático apoyan a la víctima. El grueso de los enterados, entre vecinos, amigos, compañeros, testigos, valoran qué hacer, hasta dónde acompañar. La pregunta más elemental es si la víctima merece el apoyo, si ayudaría a otros en circunstancias parecidas, si lo haría por nosotros.

Pues bien, en este caso, el PAN de Nuevo León -o lo que queda de él- no superó la prueba. Lo abandonamos a su suerte, porque él nos abandonó primero.

Habrá quien diga que no, que no se trata de partidos, sino de democracia, de justicia, de legalidad. Y sí, algo de razón tienen porque resignarnos a un fraude tendrá graves consecuencias, sin embargo, y en todo caso, quien estorba para protestar aquí es -oh, paradoja- la supuesta víctima, el PAN.

Son tan tóxicos PRI y PAN que no hay manera de defender a alguno sin sentirse usado. Y lo peor, aunque uno quisiera defender los principios de certeza, legalidad e imparcialidad, irremediablemente estaríamos apoyando al PAN en su cruzada por el poder. Así que no es que no nos importe, qué va. Nos duele no saber qué hacer. Así de complejo es...

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