Ximena Peredo / Hombricidios

AutorXimena Peredo

Las feministas estamos acostumbradas a reacciones como la del Gobernador Jaime Rodríguez cuando se le preguntó por el alto número de feminicidios de la entidad.

Primero lo demeritó. "Hablan de feminicidios... hablan de feminicidios, y no hablamos de hombricidios", contestó a la prensa.

Esta reacción es de lo más común en los hombres que jamás se han cuestionado sus privilegios. De hecho, la he escuchado tanto que esta vez no me rasgué las vestiduras.

Cuando se sienten cuestionados por la violencia contra las mujeres, muchos hombres intentan restarle importancia con respuestas de este corte: ¿y nosotros?, ¿cuándo tendremos un Instituto Estatal de los Hombres? O el típico: también hay muchos hombres violentados y nadie marcha.

Me he rendido en discusiones de este tipo porque, en última instancia, la perspectiva de género es una decisión personal. Es decir, ni la realidad, ni las cifras, ni las consignas hacen conversiones.

Aunque es verdad que lo políticamente correcto se mueve y nos obliga a cambiar posiciones, hay machismos tan tóxicos que la persona simplemente no puede ver el dolor de las mujeres. No hay voluntad para cambiar.

Cuando me topo con uno de estos casos, decido que no tengo la responsabilidad de cambiar a esa persona, ni de enseñarle, ni es mi tarea ayudarle a ver. Pero, caramba, cuando el indolente es el Gobernador de un Estado, el nuestro, que se ubica en tercer lugar nacional en número de feminicidios, la cuestión cambia.

La tipificación del delito de feminicidio fue una lucha larga para reconocer una crisis colosal. Primero el reto fue aceptarlo como palabra. Su origen vino del inglés, feminicide, en 1976, y ayudó a representar una realidad ante el Tribunal Internacional de los Crímenes contra la Mujer.

En México el término le puso nombre al exterminio de mujeres en Ciudad Juárez, sólo por el hecho de ser mujeres, a mitad de la década de los 90. El delito se incluyó en el Código Penal Federal en el 2012.

Durante el 2019, en Nuevo León se han cometido 53 feminicidios, aunque la cifra podía subir a 87 según registros hemerográficos. La diferencia es que, efectivamente, no siempre es tan claro que el asesinato de una mujer esté relacionado con su género.

¿La acuchillaron por no ser el tipo de mujer que su asesino...

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