Ximena Peredo/ Changos y peces
| Autor | Ximena Peredo |
Un chango se aproximó a la orilla del río, metió sus manos en el agua y muy orgulloso regresó a su árbol cargando un pez entre sus brazos. Lo colocó en una rama y observó incrédulo que éste se moría. "Quería salvarte de perecer ahogado", dijo el mono al agonizante pez mientras éste se asfixiaba fuera del agua. "Lo que para uno es comida, es veneno para otro. El sol, que permite ver al águila, ciega al búho", la reflexión es del jesuita Anthony de Mello y la idea original del cuento también. Este es el conflicto de todos los días, somos muchos los changos que queremos salvar a los peces del "error" de vivir bajo del agua. Nuestra limitada conciencia no comprende que hay muchas formas de vivir acertadas. Cuando el pez se nos muere sólo somos capaces de pronunciar: "¡Qué mal agradecido!".
Debatir entorno al aborto es un asunto delicado ya que afecta a changos y a peces por igual. Es difícil legislar per se, pero resulta más difícil cuando se involucran cuestiones ético-morales de un grupo con costumbres y creencias muy heterogéneas, como en nuestro país. Dada la dificultad del caso, se suele recurrir al tentador integrismo, que resulta de la imposición de valores éticos y religiosos del grupo gobernante en turno. Es decir, que ahora los changos tienen el poder de sacar a todos los peces del agua para que entiendan de una vez por todas en dónde se debe vivir. Se imaginará el lector la catástrofe que resultaría de esta "tiranía de la mayoría", como atinadamente llamó Gilberto Rincón Gallardo a este mal uso del poder. El intento de los diputados del PAN guanajuatenses por enmendar su Código Penal y sancionar a las mujeres que abortaran aún en caso de violación encendió un foco rojo: "atención".
Contrastemos nuestra situación con un país escandinavo: Dinamarca. En este país es permisible el aborto en muchos casos pero su marco legal es estricto. Así se han reducido notablemente los riesgos para la mujer que decide abortar y se ha logrado que la decisión sea tomada con responsabilidad ética y moral por lo implicados. ¿Cree el lector que en Dinamarca hay más abortos que en México? "Las estadísticas demuestran que en todos los países el número de abortos inducidos es proporcional al número de mujeres embarazadas, y lo es también a otros factores como el conocimiento, aceptación y accesibilidad de los anticonceptivos. En cambio no guarda relación con el tipo de legislación existente, sea éste menos o medianamente restrictiva" (Lafarga Juan, "El...
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