¿Qué votan hoy?

AutorLaura Carrillo

EL NORTE / México

MÉXICO.- Ni el planteamiento fiscal inicial del Ejecutivo ni el dictamen de la Comisión de Hacienda, que se votará hoy, lograron construir un planteamiento que no perjudicara a los hogares más pobres.

Así, aunque la mayor diferencia entre las diferentes propuestas de reforma fiscal para el 2004 se concentró en cambios al régimen del Impuesto al Valor Agregado (IVA), ninguna de ellas se tradujo en un alivio para los de menores ingresos.

La propuesta inicial del Ejecutivo estableció una tasa general de 10 por ciento con la eliminación de las exenciones y del régimen de tasa cero en alimentos y medicinas.

El efecto era el incremento de 2 por ciento en el gasto de los hogares, pero la afectación era completamente desigual: el 40 por ciento de las familias más pobres del País aumentarían su gasto 3.7 por ciento y el 10 por ciento de personas con mejores ingresos apenas 1.3 por ciento.

La contrapropuesta del PAN, que incluyó una tasa general de 13 por ciento, un 2 por ciento de impuesto participable para entidades y 5 por ciento inicial en alimentos y medicinas, tampoco eliminó el daño para las familias pobres.

El efecto negativo era más fuerte porque el gasto familiar se incrementaría 3 por ciento en promedio.

Luego vino el planteamiento del PRI, anunciado el 18 de noviembre, que propuso bajar la tasa general del IVA de 15 a 13 por ciento y dejar en cero por ciento a alimentos y medicinas.

Pero pese a que con tal iniciativa las familias disminuirían 1.2 por ciento su gasto, tal modificación hubiera ocasionado pérdidas superiores a los 55 mil millones de pesos para el fisco.

Por último, la propuesta dictaminada el 8 de diciembre por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, y aparentemente consensuada, también significa una afectación desigual entre las familias.

El planteamiento a votarse hoy incluye una tasa de 13 por ciento general de IVA, un impuesto federal de 2 por ciento que podría traducirse en un ingreso para las entidades, y un impuesto de 8 por ciento a la enajenación e importación de los productos que actualmente causan tasa cero.

Si el impuesto a la enajenación se traslada al consumidor, tal como lo han anunciado los empresarios, las familias mexicanas aumentarán 3.2 por ciento su gasto.

El 10 por ciento más pobre de la población observará un incremento de 5.1 por ciento en su gasto, mientras el 10 por ciento más rico de sólo 2.2 por ciento.

La otra propuesta, la de la alianza Chuayffet-PRD-PT, presentará a...

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