¿Santo o villano?

AutorDoly Mallet

Obispo, santo y doctor de la Iglesia. Todos estos títulos ostentaba Cirilo de Alejandría allá por el año 412 en Egipto. Pero el director Alejandro Amenábar, conocido por cintas como Los Otros (2001) y Mar Adentro (2004), lo retrata como un asesino desgraciado en Ágora, su más reciente filme.

"Alejandro y yo tuvimos muchas charlas sobre este rol", expresa Sammy Samir, el actor que da vida al polémico personaje. "La verdad es que ni él ni yo podíamos entender bien su posición o su forma de pensar; era como si no pudiéramos penetrar en su mente.

"Por eso, más que un papel creamos una imagen, una fuerza oscura en su falta de emoción, en sus discursos, en cómo se ve, en su ropa y creo que funcionó".

El resultado de Ágora es evidente, pues en los recientes premios Goya obtuvo siete galardones, entre ellos Mejor Guión Original, Fotografía, Efectos Especiales y Dirección Artística.

En la cinta, y en algunas versiones históricas, Cirilo fue el principal responsable de la desgracia de Hypatia, una filósofa, astrónoma y matemática influyente de la época, que vivió la destrucción de la biblioteca de Alejandría.

En Ágora, Rachel Weisz logra un extraordinario personaje de Hypatia, que revolucionó en su tiempo, que tenía igualdad con los hombres y en varios casos era incluso superior, pero que fue aplacada con la llegada del Obispo de Alejandría.

"Pasé días y meses leyendo el Nuevo Testamento y yendo a las iglesias", explica Samir, quien tiene origen egipcio-israelí, pero vive en México e imparte cursos en la Universidad Iberoamericana.

"Me dejé absorber para entender la forma más pura del cristianismo y la historia de Cirilo, pero no profundizamos demasiado porque se habrían tenido que responder preguntas muy delicadas.

"Finalmente...

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