¿Por mi raza hablará Espriú?

AutorGermán Dehesa

EL NORTE / México

MEXICO.- ¿Quién es Hugo Sánchez?; ¿quién es Javier Jiménez Espriú?; ¿por qué el segundo contrató al primero y le encargó la dirección técnica de uno de los equipos de personalidad y de estilo más peculiares en México?; ¿por qué, después de un desempeño inesperadamente exitoso, el señor Sánchez escucha un escueto telefonema del señor Soberón y recibe, cruda y sin anestesia, la noticia de que ya no es el entrenador de Pumas? Ellos lo saben. Nosotros también quisiéramos saberlo.

Antecedentes.

Por si alguien lo ignora, no está de más decir que quien escribe estos renglones no es Puma histórico, sino prehistórico.

Es mejor enterarse de lo que escuchó este redactor en sus pláticas con Javier Jiménez Espriú, Hugo Sánchez, Antonio Sancho, Jorge Torrado (padre del involucrado) y otras personas que se reservan su comparecencia pública.

Hablan los incómodos.

J.J. Espriú: Buscamos, en distintos momentos, contratar los servicios de Hugo Sánchez; pero por esto o por aquello no se pudo concretar nada. Así llegamos a 1999, con la UNAM en plena huelga y con el equipo en una situación difícil.

  1. Sánchez: Jamás me valí de un representante; esperé el tiempo que fue necesario y cuando las cosas fueron favorables, mostré mi disposición y tuve la elegancia de jamás hablar de dinero. Lo que a mí me interesaba era devolverle la fibra y la ilusión al equipo que me había dado todo.

    J.J. Espriú: Las cosas comenzaron bien. El equipo funcionó; la gente regresó al estadio y logramos una calificación. Los problemas serios se presentaron a partir de la eliminación con Santos.

  2. Sánchez: Cuando terminó el campeonato pasado, yo tenía una relación aceptable con Jiménez Espriú y le platiqué de los planes que tenía para el siguiente campeonato. Le hablé de varios refuerzos que necesitábamos y entonces me dijo que, para conseguir lo que yo quería, necesitaba vender a algunos jugadores. Yo no hubiera querido deshacerme de ninguno; pero me dijo que necesitaba "moneda de cambio".

    J.J. Espriú: Olalde ya tenía tiempo y edad para buscar una mejor situación; Cariño también quería probar suerte y Sancho me hizo saber que con Hugo estaba condenado a la banca.

  3. Sánchez: ¿Cómo...

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