¿Puede el cerebro llegar 'al límite'?

AutorAna Campoy

¿Qué tienen en común la última versión de un programa de computación, los encabezados de la primera plana del periódico, su NIP del banco, los pasos que se siguen para resolver un rompecabezas, el cumpleaños de su mamá y el resultado de la suma de los recibos que hay que pagar?... Que todas estos datos y procedimientos aparentemente aleatorios se encuentran en un mismo lugar: el cerebro.

Estas son sólo algunas de las miles de entradas en la base de datos cerebral de una persona adulta promedio que crece segundo a segundo; y es que son incontables los estímulos que se reciben en promedio durante un simple día en la llamada "era de información".

Como ejemplo, sólo trate de hacer un recuento de los estímulos que ha recibido desde que abrió los ojos esta mañana. A este vertiginoso ritmo, ¿pudiera llegarse a una saturación de datos que dañe al cerebro?, ¿se puede sobrecargar la inteligencia?

Los enigmas del cerebro

La memoria se encarga de guardar los datos que percibe un individuo y de rescatarlos cuando se necesiten, señala la psicóloga María Eugenia Rangel.

Aunque estas dos funciones son centrales en el proceso de asociar ideas y resolver problemas, se necesita más que esta parte de la inteligencia para sobrevivir en la era de la información.

"La memoria es el almacén de datos, pero de ahí falta sacar el archivo y conectarlo con otras funciones para que ese dato sirva para resolver una problemática", señala Rangel.

El caso de los autistas ilustra la idea: a pesar de tener una capacidad de memorizar privilegiada, son incapaces de valerse por sí solos, indica la psicóloga.

Carecen de habilidades como la abstracción, la lógica, la deducción, el razonamiento, el análisis, la síntesis y la percepción de cómo se relacionan unas cosas con otras, procesos cognitivos que también son parte básica de la inteligencia.

Y, como en una computadora, sin estos "programas" la información en el disco duro, es decir, la memoria, serviría de muy poco.

Desbordes de información

Pero el cerebro es, en algunos sentidos, como una computadora. Si lo fuera del todo llegaría un punto en que no cabría ni un bit más de información en la memoria, los procesos se volverían lentos y no habría posibilidad de añadir información nueva al sistema.

En este punto, el cuerpo humano supera a la máquina: de acuerdo con lo que se sabe hasta ahora, el cerebro tiene una capacidad ilimitada.

"Realmente es la computadora más perfecta que existe", comenta Rangel, "tenemos tal cantidad de...

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