¿Por qué no quieren que veas 'La Ley'?

AutorLuis Estrada

La frase que ha servido como parte de la campaña del lanzamiento de la película formula una pregunta para la que ni yo mismo tengo una respuesta.

Mucho de lo que ha pasado con La Ley de Herodes desde que terminamos la película ha sido, desde mi punto de vista, ridículo y desproporcionado, como muchas de las cosas que todavía pasan en este país... por desgracia.

El filme es, solamente, una comedia, probablemente muy negra, sobre el poder y lo que algunas personas en el pasado, en el presente y ¿por qué no?, en el futuro, están dispuestas a hacer para obtenerlo, o para retenerlo por siempre.

¿Quién en un país que presume de moderno y democrático cree que puede tener el poder, la autoridad o la razón para decidir qué se puede ver, oír o leer?

La cinta es una fábula en la que los personajes representan algo más que así mismos y se pueda convertir en el espejo de un país que tantas veces ha cambiado... para poder seguir igual.

Hoy, como ayer, la historia se repite: corrupción, autoritarismo, prepotencia e impunidad. Temas que por las más diversas razones, que van desde la censura real hasta la autocensura, han estado alejados o disfrazados en nuestro cine, se abren paso en un país que pareciera aspirar, por fin, a la democracia.

¿Por qué no quieren que la veas? Si la realidad es mucho más contundente que cualquier cosa que uno pueda reflejar en una comedia.

Tal vez porque la película hable más sobre nuestro futuro que sobre nuestro pasado.

¿O estaremos condenados a repetir nuestra historia por los siglos de los siglos? Tal vez, algunas personas o instituciones que están caricaturizadas en la película se han sentido ofendidas por hacer un chiste a sus costillas: la Iglesia, los políticos, los partidos, los gringos, los ricos, los pobres, los malos...

No sabría responder quién. A todos tarde o temprano nos ha tocado "La ley de Herodes: o te chin... o te jo...".

A continuación, el texto de una escena del guión de La Ley de Herodes:

Lic. López (Pedro Armendáriz): ¿Cómo andan las cosas, Vargas?

Juan Vargas (Damián Alcázar), nervioso, que está sentado frente al escritorio de López, no quita la mirada del suelo, le da de vueltas a su sombrero, no sabe cómo empezar:

No sé cómo empezar, licenciado. Me da mucha pena, pero, es que... es que... Quería ver si hay la posibilidad de que me dé más presupuesto.

Lic. López: Mira, Varguitas, ya vienen las elecciones y tenemos que meterle todos los recursos al partido si no nos queremos llevar una sorpresa. Pídeme...

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