Su vocación es la ciencia
| Autor | María Fernanda Torres |
Cada vez son más las mujeres que participan activamente en la ciencia y que demuestran su pasión por la investigación.
El camino no ha sido fácil para muchas de ellas, ya que combinar el estudio, trabajo y docencia con su rol de esposas y madres les ha implicado un grado de complejidad aún mayor que el de su examen doctoral.
Sin embargo, el amor por su carrera y familia les ha permitido encontrar un balance.
Tres de ellas comparten sus experiencias y determinación para lograr lo que se proponen, tanto en la investigación científica como en su desarrollo familiar.
CON PASIÓN CIENTÍFICA
Al hablar de su trabajo sobre el cáncer de la mujer, María de Lourdes Garza Rodríguez demuestra su entusiasmo, el mismo que la llevó a elegir la investigación científica como pilar de su trayectoria profesional.
La profesora investigadora del departamento de Bioquímica y Medicina Molecular de la Facultad de Medicina de la UANL descubrió su pasión por la ciencia desde temprana edad. Y aunque proviene de una familia conservadora contó con el apoyo de sus padres para estudiar.
"Siempre me ha gustado la investigación, me apasiona mucho leer, buscar y analizar", expresa la oriunda de Sabinas Hidalgo, Nuevo León.
"Más en el área de la salud, que es donde estoy, la investigación me motiva a encontrar formas de mejorar la salud de las personas".
Después de graduarse como Químico Clínico Biólogo de la UANL trabajó en un banco de sangre en un hospital privado, donde puso en práctica sus conocimientos. Pero al poco tiempo, su inquietud por seguir aprendiendo la motivó a estudiar la maestría en Biología Molecular e Ingeniería Genética en la Facultad de Medicina, la cual inició junto con su vida de casada.
Sus papás pensaron que abandonaría las clases al convertirse en mamá, pero contrario al pronóstico, Lourdes terminó su posgrado en 2001, mientras su esposo estudiaba la especialidad en neurología.
La investigación científica ha sido su fuente de inspiración, así que luego de la maestría y ya con dos hijas, inició su doctorado en Biomedicina y Biotecnología Molecular en el Instituto Politécnico Nacional.
"Fueron cuatro años de muchos retos, fueron difíciles, pero me siento satisfecha porque estudié un doctorado internacional en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas y obtuve mención honorífica", comparte la doctora de 43 años, quien se ha dedicado a la investigación genética del cáncer en la mujer, específicamente con trabajos sobre el cáncer de mama, cervicouterino y de ovario.
Entre clases en línea, videoconferencias y viajes constantes a seminarios en Reynosa y la...
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