Por lo vivido... ¡ y lo que les falta!
| Autor | Mariana Montes |
Hace décadas que no les piden permiso a sus padres para llegar tarde de las citas con sus enamorados y, aunque ya no son aquellos jóvenes que bailaban al ritmo de los danzones, tienen mucho por vivir.
Estas parejas -con las cabelleras blancas- se conocen mejor que nadie y ahora, con los hijos fuera del nido familiar, tienen la oportunidad de vivir nuevos retos.
"Hay una frase del profesor Juan Lafarga que dice que el amor es crecer en armonía con el otro", señala el psicoterapeuta José Sánchez Pérez.
"Entonces, si a lo largo de los años la pareja en verdad se nutrió aunado a prestar atención a su familia, el nido vacío se vuelve algo maravilloso, es la oportunidad de crear experiencias".
Los adultos mayores tienen sentimientos apasionados y es importante borrar la idea de que el enamoramiento es sólo para los jovencitos, agrega la geriatra Melissa Hughes García.
"Es como abrirles una puerta que estaba ahí, es decirles que está bien expresar un 'te amo', y que pueden vivir su amor y su intimidad en la madurez porque, ¿quiénes se entienden mejor que ellos mismos?".
No obstante, apuntan los expertos, la relación en pareja en la tercera edad también puede enfrentar dificultades si los esposos no sanaron las heridas hechas a través de los años.
SOLOS OTRA VEZ
Hay tres puntos importantes en el desarrollo del ser humano, dice Sánchez Pérez: el ser individual, el ser pareja y el ser familia.
Los problemas surgen cuando el hombre y la mujer descuidan los primeros dos elementos a favor de la crianza de los hijos.
Tras la independencia de éstos, los esposos se dan cuenta del cambio radical en el otro, hasta el punto de pensar que viven con un completo extraño.
"Tiene que ver con nuestra creencia de que la construcción de la familia es la prioridad.
"En los cuentos de hadas y en las películas terminamos con que se casan y viven felices para siempre, pero no nos dicen qué sucede en esta vida en pareja".
Los esposos se pueden volver a enamorar, salir y conocerse ya no en la función de padre o madre de los hijos, puntualiza la sexóloga y médica familiar Dulce Mendoza González.
"Es positivo que hablen de sus intereses, gustos y expectativas de vida, es decir, a dónde quieren ir. Ellos pueden desarrollar una agenda con actividades que les permita tener un segundo aire", ahonda la experta.
"El enamoramiento en esta edad se vive diferente. No es lo mismo a lo que vivimos a los 15 años cuando todo es tan intenso y cargado de hormonas. Es un enamoramiento más...
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