Viven terror en levantón

AutorCésar Martínez

MÉXICO.- Semidesnudo, con las nalgas reventadas a tablazos, maniatado por la espalda y con los ojos vendados, Alán Alexis escuchó desde el baño de una casa de seguridad en Acapulco cómo sus captores cortaban bolsas de plástico.

"Pensé que iba a morir", recuerda el joven de 20 años, según su testimonio al que EL NORTE tuvo acceso.

Era el final de siete días de terror que vivió junto con un amigo de 15 años y otro de 16. Siete días en los que policías municipales de Chilpancingo y agentes de la Fiscalía de Guerrero los mantuvieron desaparecidos.

A ellos los detuvieron agentes municipales en la Colonia Jardines del Sur, de Chilpancingo, el 27 de diciembre, acusados de robo.

El 3 de enero fueron amarrados con cinta canela y arrojados a la calle, como si estuvieran muertos, atrás de un supermercado cerca del Palacio de Gobierno, en Chilpancingo.

Uno de ellos logró escapar, los otros dos fueron detenidos por los mismos policías que los habían torturado y ahora enfrentan procesos penales.

LARGO PEREGRINAR

Desde el penal de Chilpancingo, donde enfrenta una acusación de violación, Alán Alexis recuerda que el 27 de diciembre se reunió con los menores para fumar mariguana y cerca de las 13:00 horas fueron detenidos.

Los llevaron a la casa de la supuesta víctima, quien tras hablar con los policías los señaló por robo, y después los agentes detuvieron a un cuarto joven con droga.

En la patrulla, una mujer policía golpeaba a Alán Alexis. Ya en la Policía Municipal de Chilpancingo, las cachetadas se tornaron en tablazos en sus glúteos desnudos y las rodillas, y golpes en las uñas de los pies.

"Veo que uno, que tenía una playera que decía Policía de Investigación Ministerial, a quien le decían 'Comandante', llegó y me dijo que me confesara de robo", narra Alán Alexis.

Describe al "Comandante" como un tipo alto, moreno, que usaba lentes oscuros y se peinaba con el cabello hacía atrás, de bigote y con un cicatriz en el cuello.

Los cuatro jóvenes fueron trasladados después a una casa de seguridad. Ahí, el "Comandante" le dijo a Alán Alexis que había violado a una chica.

"Me quitan la ropa, me acuestan sobre una mesa, me amarran, me ponen un trapo mojado en la cabeza, diciendo 'dime quién es el Diablo, chingados... de todos modos te vamos a matar' y me empiezan a ahogar con el trapo", menciona.

Vendados de los ojos, los llevaron de nuevo a la Policía Municipal, aunque nunca se registró oficialmente su ingreso. Ahí fue la última vez que supieron del cuarto...

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