Ellos viven la Pasión

AutorMaría Luisa Medellín

¿Qué tienen en común la colonia Independencia y Mel Gibson?

Que a partir de su tradicional Viacrucis, el más exitoso en estas áridas tierras desde hace 23 años, contando éste, el estilo sentido y realista del australiano quedará impregnado en cada una de sus escenas.

No será una producción millonaria ni mucho menos -aunque también La Pasión de Cristo era de bajo presupuesto para los estándares de Hollywood-, pero sí la más vasta y elogiada en este antiguo Reyno de León.

El Viacrucis, para los fieles que lo escenificarán, empezó en febrero, cuando más de 80 mujeres, hombres, jóvenes y niños añadieron a las responsabilidades de trabajo, casa o estudio la de adentrarse en la piel de los personajes que esta Semana Santa recorrerán el camino del Calvario.

Desde entonces, el sótano de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe se transformó en su búnker. Ahí decidieron, después de sufrir la polémica cinta de Gibson, en algunos casos en versión pirata, que su representación debía reflejar en las calles el dramatismo cinematográfico que acababan de presenciar.

Optaron por mandar hacer una cruz de anacahuita que pesa 80 kilos, como la que lleva a cuestas Jim Caviezel. Se prefirieron túnicas no tan coloridas y le darán relevancia al maquillaje artístico para simular de la mejor manera con capas de resistol y colorantes las innumerables heridas de Cristo.

Al principio se reunían una vez o dos cada siete días, cuenta Francisco Villagrán, de oficio carpintero, un hombre mayor, de alegría desbordante, quien se quedó permanentemente con el papel de Judas, a falta de interesados en interpretarlo. ¡Ah!, y que también participa como sacerdote del Sanedrín.

Hace dos semanas los ensayos se extendieron a dos o tres horas diarias al atardecer para estar preparados durante ésta, en la que casi no saldrán de ahí, sino para vitorear a Jesús en su entrada triunfal a Jerusalén, acompañarlo, alabarlo o traicionarlo en el Monte de los Olivos, La Última Cena, el lavatorio de pies y el aclamado Viacrucis.

"Eso sin contar los fines de semana que vendimos comidas y cenas en el atrio de la Basílica para los gastos de la producción, porque nosotros y los vecinos cooperamos con todo lo que se necesita para prepararlas", interviene entusiasmada Guadalupe Venegas, cuya familia se encuentra en el elenco y la administración del grupo.

Guadalupe hace a María de Cleofas desde hace 12 años, a raíz de una promesa que hizo cuando su esposo, Isidro Herrera, permaneció desempleado durante un año.

"Yo nada más dije que entraría al Viacrucis si mi marido conseguía trabajo, no dije por cuánto tiempo, pero todavía sigo aquí...

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