Viven aislados un trimestre
| Autor | Dalia Gutiérrez |
Desde que se detectó el primero caso de Covid-19 en Nuevo León, hace 100 días, hubo personas que se comprometieron a mantenerse en aislamiento total dentro de sus hogares para no poner en riesgo su salud ni la de los demás.
Cecilia, Alberto, Daniel y Alejandra estaban convencidos de que la cuarentena duraría unos días, como ocurrió en el 2009 con la influenza A H1N1. Jamás imaginaron que pasarían tanto tiempo confinados.
Ahora, cuando se empiezan a reactivar algunas actividades, ellos cuentan cómo han vivido su confinamiento y qué han hecho para mantener la convivencia.
ALBERTO Y CECILIA (ESPOSOS) / CONFINAMIENTO: 90 DÍAS
Alberto Raygoza alcanzó a salir de Ecuador tres días antes de que el país cerrara sus fronteras por el Covid-19. Al llegar a México, inició su cuarentena.
"Regresé como el 12 de marzo y a partir de ese momento, por instrucciones de la compañía, me quedé en casa trabajando", cuenta Alberto, quien labora en el área de capital humano y gestión del cambio de una empresa
Cecilia Morales estaba de viaje en Estados Unidos y adelantó su vuelo hacia Monterrey para unirse a su esposo y empezar a contar juntos los días en aislamiento, a partir del 20 de marzo.
"Sabíamos que teníamos que hacer las cosas diferentes", dice Alberto. "Creo que eso nos ayudó".
No tienen motivo para salir. Él puede hacer su trabajo por internet y ella comenzó un semestre sabático en diciembre.
"Me preparé e hice una lista de unas series que quería ver, los libros que quería leer, los cursos que quería hacer, entonces, digamos que planeé mi cuarentena", dice Cecilia.
De lunes a viernes, él se mantiene ocupado con el trabajo. Por las noches y los fines de semana, se reúnen con amigos y familiares por internet.
"Tenemos muchas reuniones por Zoom con amigos, familia", dice Cecilia. "Es más, con la familia yo creo que nos juntamos más que antes".
Alberto y sus hermanos crearon una carpeta virtual donde todos comparten sus fotos familiares y ahora sus reuniones digitales giran en torno a esos recuerdos.
"Se va a quedar ahí un archivo y lo podemos ver cualquiera", señala Alberto. "No lo hubiésemos hecho si no hubiera pasado (la pandemia)".
Para evitar riesgos de contagio, decidieron no pedir comida preparada a domicilio, aunque optaron por hacer el súper vía app. Gracias a eso, Cecilia ha tenido que aprender a cocinar.
"Ha sido algo que jamás pensé hacer porque no era como que me encantara", confiesa. "Eso no lo tenía planeado para este semestre sabático".
Incluso...
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