Vive rural odisea de auxilio

AutorHéctor Castro

El policía rural que sobrevivió el viernes pasado a un accidente, el cual dejó sin vida a sus tres compañeros, caminó con su pierna izquierda fracturada durante unos 25 minutos para lograr subir a una loma y pedir auxilio.

Jaime Alberto Netro Medina, de 28 años, no sólo enfrentó esa misión que parecía imposible: Tuvo que gritar durante otros 45 minutos en la cima para ser escuchado.

El oficial, quien cayó con sus tres compañeros en una patrulla a un barranco en la Carretera Estatal Galeana a Linares, narró ayer en su domicilio la experiencia trágica.

"Sentí como si me estuvieran enterrando vivo...", expresó al referirse a los momentos en que la patrulla daba volteretas en el barranco.

En el accidente fallecieron Valentín Vázquez Martínez, de 47 años; Luis Gerardo López Valdez y César García Villanueva, ambos de 28 años.

Suerte lo acompaña

Viajar en medio del asiento de una camioneta habría salvado a Netro Medina.

La patrulla dio cerca de 15 volteretas, pero él sólo resultó con golpes en el rostro y la pierna izquierda fracturada.

Incrédulo todavía con su experiencia, Netro Medina explicó que inicialmente iba en la caja de la camioneta, pero cuando se detuvieron en una gasolinera se pasó para la cabina.

Por ser el policía de menor rango, le tocó viajar en medio de dos comandantes.

En ese instante comenzó a llover, lo que causó que el pavimento se tornara resbaladizo.

"Veníamos el comandante, yo en medio y el segundo comandante de copiloto, y el otro compañero venía atrás (en la caja).

Muerte llega lentamente

"Ibamos como a 30 kilómetros por hora, pero al entrar a una curva, el comandante le frenó poquito para poder agarrar la curva, pero se fue derrapando", explicó el policía.

Netro Medina aseguró que tuvieron tiempo de reaccionar antes de caer al barranco, pero pensaron en que la camioneta se iba a detener, ya que se iba derrapando lentamente.

"Parecía como que la iban (la camioneta) empujando con la mano, iba despacio, estábamos viendo cómo nos íbamos acercando (al barranco), como que nos pasmamos, como que pensamos que se iba a detener y nada.

"Ahí empezamos a dar vueltas, nada más donde vimos así, '¡ay, Diosito santo!, fue lo que grité y nada más me enconché, aproximadamente como 15 vueltas daríamos", señaló el policía.

Dijo que sólo cerró los ojos y esperó la muerte.

"Nada más cerré los ojos (en las volteretas) sentí como si me estuvieran enterrando vivo con las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR