Que viva tu amor por México

AutorKaren López y Luis López

En las fiestas patrias ondeas tu Bandera y gritas "¡Viva México!"... ¿pero cómo demuestras el amor por tu País en el día a día? Hoy se presentan acciones y cambios en actitudes que podrían no sólo mantener la llama encendida del orgullo nacional cada 15 de septiembre, Día de la Independencia, sino impulsar un mejor México que festejar.

Cumplir las normas

La frecuencia de acciones como estacionarse en lugares prohibidos, dar "mordida" o públicamente humillar a alguien son síntomas de una sociedad con poca cultura de la legalidad, advierte Fernando Elizondo García, abogado de la Facultad Libre de Derecho de Monterrey.

Estas acciones individuales, por mínimas que parezcan, pueden dañar a otras personas, por lo que el también especialista en derechos humanos aconseja estar conscientes del efecto que pudiera tener cada acto sobre los demás.

"En la medida que hagamos valer nuestros derechos, pero teniendo en mente los derechos de las demás personas, estaríamos realizando un ejercicio muy responsable de los derechos de cada quien".

Carlos Lugo, de la asociación Líderes Ciudadanos en Pro de la Cultura de la Legalidad, señala que el amor a la Patria puede expresarse con actos sencillos, como ceder el paso y tirar la basura en su lugar, que contribuyen a una mejora social.

"Se puede mostrar en pequeños actos cotidianos, como el ser patriotas cultivando el amor a nuestro País mediante nuestro trabajo honesto y aportando al bien común a través de nuestro trabajo, correcta conducta y respeto a las normas".

Más allá de seguir las reglas, añade el especialista, el patriotismo se cultiva al poner en juego las capacidades individuales y hacer un poco más de lo requerido o esperado.

Reconocer la diversidad

Hay que reconocer que las diferencias pueden hacer fuertes a los mexicanos.

Aunque en apariencia la sociedad ha evolucionado desde la Conquista, aún existen ejemplos en el día a día que muestran intolerancia a las diferencias sociales y desigualdad de oportunidades.

Desprestigiar las lenguas indígenas, juzgar y discriminar a las personas por su etnia, género, forma de vestir o su aspecto físico, contribuyen a un estancamiento ideológico que impide que México reconozca su riqueza en la diversidad, menciona Severine Durin, antropóloga social.

"Reducir las lenguas indígenas a 'dialectos', por ejemplo, que son en realidad variantes lingüísticas, les resta cualidades como si fueran incompletas, y las personas que las hablan por lo tanto son incivilizadas".

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