Visita a regios reliquia de Santa Clara de Asís

AutorVicente Guerrero

Como regalo de Navidad para los creyentes de su obra, Santa Clara de Asís se hizo presente por primera vez entre los regiomontanos para recordar su mensaje: Vivir una espiritualidad auténtica.

Aunque con retraso en su llegada, programada a las 9:00 horas del miércoles en el Aeropuerto Mariano Escobedo, la reliquia de la fundadora de la Orden de Santa Clara arribó a las 14:15 horas al Templo de San Francisco de Asís, en San Pedro Garza García.

Ahí, una entusiasta comunidad franciscana con globos en la mano y alabanzas a Dios a voz de cuello, recibió el relicario que contiene un pequeño fragmento de 2 centímetros del cráneo de la santa que este año llegó a 750 años de su muerte.

La patrona de la televisión desde 1958, llamada así por haber tenido la visión del pesebre de Jesús durante una Navidad en que no asistió a la celebración por su enfermedad, fue recordada en varios puntos de la entidad.

Con Santa Clara no hubo tumultos, a diferencia de Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz, cuyos restos visitaron la Ciudad en el 2001 y originaron una marejada de fieles.

Tal vez el recogimiento que provoca la celebración de la Navidad o el retraso mismo de su llegada fueron factores para no darse las aglomeraciones, sin embargo, esto no demeritó el impulso de la fe, afirmó el Padre Fray Guillermo Lancaster OFM.

"Clara de Asís nos trae lo que tiene su corazón y esta reliquia que nos visita el día de hoy es como una expresión de su ser, como una extensión de su palabra, y por qué no decirlo, como una extensión de su corazón", señaló el sacerdote ante un Templo lleno, mayormente de familias.

"Es pues un día de fiesta para, no únicamente esta iglesia de San Francisco, sino para nuestro México y nuestra querida Diócesis de Monterrey; el que Santa Clara nos visite es traernos un destello de la luz de Dios, un destello de ternura que se extendió por el mundo durante 750 años", expresó.

Traída a la Ciudad como parte de un itinerario que incluyó a varias ciudades donde se hallan monasterios de hermanas clarisas, la reliquia dejó anoche tierras nuevoleonesas con rumbo a la Ciudad de México.

Su primera visita fue la iglesia de Santa Bárbara y Vasconcelos, después fue llevada al Cereso de Apodaca, y luego al monasterio de las hermanas clarisas en la Colonia Tampiquito, donde hubo velación toda la noche.

Antes de llegar aquí, la reliquia estuvo en Jalisco, Zacatecas y San Luis Potosí; estuvo de forma breve en Saltillo para después retornar a Guadalupe, y...

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