Visión Mundial / La nueva guerra, una cadena de errores

AutorGabriel Guerra Castellanos

Este nuevo y sangriento capítulo del conflicto en Medio Oriente se desató cuando Hezbollah, el grupo armado que controla política y militarmente una buena parte de Líbano, lanzó una incursión contra un destacamento del Ejército israelí, matando a ocho soldados y tomando como prisioneros -o rehenes, si se prefiere- a dos más.

No era ésta la primera vez que Hezbollah ataca de esta manera, si bien su modus operandi suele estar más enfocado a los ataques indiscriminados (y -hay que decirlo- con mala puntería) contra blancos civiles y militares en la zona norte de Israel.

El mal tino de los tiradores de Hezbollah ayuda a entender por qué a pesar de sus numerosos lanzamientos de misiles el número de víctimas en territorio israelí continúa siendo relativamente bajo comparado con las de Líbano.

Ya en el pasado Hezbollah había secuestrado a soldados israelíes y logrado un importante intercambio de prisioneros. Evidentemente el líder de Hezbollah, el Jeque Hassan Nasrallah, vio aquí una oportunidad para anotarse un triunfo propagandístico. Es muy probable que jamás haya pensado que la reacción israelí sería de tales dimensiones.

Nasrallah no habrá pensado en lo que debe ser estar en los zapatos de Ehud Olmert, un Primer Ministro que llegó al cargo tras la repentina enfermedad de Ariel Sharon.

Sobre Olmert, quien tiene un currículo en las fuerzas armadas bastante limitado en un país cuyos dirigentes suelen ser héroes de guerra, pesa la duda acerca de sus capacidades de liderazgo militar, si bien los israelíes lo eligieron por otro motivo: éste era el hombre que completaría el proyecto de Sharon de retirarse selectivamente de algunos de los territorios ocupados, consolidando así una nueva y más segura frontera para Israel.

Claramente las cosas no se dieron así. Olmert ha debido enfrentar de manera simultánea conflictos en dos frentes: la Franja de Gaza, donde Hamas añadió la legitimidad electoral a su mortífero arsenal después de ganar las elecciones parlamentarias y Líbano, donde Hezbollah se ha convertido en un poder autónomo y paralelo.

La consolidación del poder de Hamas así como la alianza de facto de Hezbollah con Siria e Irán y sus ataques continuos a la franja norte de Israel les hacen enemigos de cada vez mayor cuidado.

El secuestro de los dos soldados se dio unos días después de que militantes cercanos a Hamas habían hecho prisionero a otro soldado israelí.

Para Olmert éste era un desafió casi personal, pues ponía el dedo en la llaga de su...

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