VISIÓN ECONÓMICA / El mensaje de las calificadoras

AutorSalvador Kalifa

La decisión de la agencia calificadora Standard & Poor´s de reducir la perspectiva de la deuda soberana de México de estable a negativa desató diversas reacciones de la clase política en nuestro País. El miércoles 6 de marzo el Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, comentó que no había que hacer "una tormenta en un vaso de agua", puesto que "no bajaron las calificaciones, bajaron nada más las perspectivas, eso es todo".

Ese mismo día, Salomón Jara, vocero de Morena en el Senado dijo que "(las calificadoras) no tienen vergüenza, no tienen autoridad, para expresar lo que dicen...". Anunció que se propondría una reforma al artículo 340 de la Ley del Mercado de Valores para que se les revoque la autorización de operar en México a las calificadoras que "presenten evaluaciones o calificaciones que no se apeguen a los principios de independencia, objetividad, rigurosidad, autenticidad, veracidad, integridad y transparencia; o atenten de manera deliberada contra la estabilidad financiera de los mercados o contra alguna empresa o sector determinado".

La reacción de los mercados a esa letanía de adjetivos no se hizo esperar, por lo que AMLO en su conferencia mañanera del jueves 7 declaró que "Esto de las calificadoras es su trabajo, lo respetamos, no vamos nosotros a limitar su función...". Acto seguido, el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, dijo que esa iniciativa no se presentaría porque atenta contra el trabajo de las calificadoras.

Es preocupante, sin embargo, que en el Congreso y en el nuevo Gobierno existan tantas personas de lengua suelta, porque cada vez que abren la boca meten la pata, culpando al mensajero sin hacer caso al mensaje de que vamos mal.

Por lo visto el señor Jara y muchos de sus compañeros de partido no entienden que México y sus empresas requieren de una buena opinión de estas calificadoras sobre las políticas públicas en el País para facilitar la contratación y renovación de sus deudas en moneda extranjera. Las tasas de interés y los plazos para esos créditos dependen, en última instancia, de la calificación que nos den esas agencias.

La deuda en moneda extranjera del sector público mexicano es ligeramente superior a los 200 mil millones de dólares (mmd). Durante la Administración de AMLO vencerán alrededor del 40 por ciento de esos créditos, esto es, 80 mmd, cuya renovación en términos favorables dependerá de una buena calificación.

Si no la obtenemos o si perdemos el grado de inversión, se tendrían que recortar...

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