VISIÓN ECONÓMICA / Luna de miel
| Autor | Salvador Kalifa |
La evolución de nuestra economía ha estado afectada desde principios de 2016 por dos grandes incertidumbres (el Tratado comercial y las elecciones) cuyo desenlace se esperaba determinante para el desempeño de la actividad productiva y los mercados financieros de México en el mediano y largo plazo. Durante todo este tiempo, los dimes y diretes y las especulaciones sobre esos temas depreciaron al peso mexicano y frenaron los planes de inversión de muchas empresas.
Es muy bueno, por tanto, que en el transcurso del mes pasado se despejara la incertidumbre referente al resultado de la elección presidencial y, por lo menos de arranque, fueran bastante moderadas las declaraciones en materia económica de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su equipo de colaboradores.
En la segunda mitad de julio se fortaleció, además, la expectativa de que exista pronto un acuerdo en relación con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). La probabilidad de esto último aumentó por las declaraciones de Donald Trump (DT), Presidente de Estados Unidos (EU), así como por el anuncio el miércoles 25 de julio del resultado de las pláticas en materia comercial y de aranceles que sostuvieron DT y Jean-Claude Juncker presidente de la Comisión Europea.
Estos eventos son, sin duda, buenas noticias para los mercados financieros y la actividad económica en nuestro País. El mensaje de disciplina macroeconómica de varios miembros del equipo de AMLO apreció inicialmente al peso frente al dólar, y nuestra divisa mejoró más después de que aumentara la probabilidad de que se llegue a una renegociación exitosa del TLCAN.
Si se confirma esta última expectativa (aun cuando es posible que vuelva a decepcionarnos) y no cambia el discurso de AMLO y su equipo, podemos esperar un comportamiento favorable de los mercados financieros y la economía en lo que resta del año.
El acuerdo comercial favorecería una apreciación adicional de nuestra moneda, que bien pudiera ubicarse cerca o por debajo de los 18 pesos en las semanas posteriores a su anuncio oficial. Las empresas descongelarían, además, los planes de inversión vinculados a la integración comercial, mas no necesariamente los relacionados con el sector energético, que esperarán definiciones más precisas del nuevo Gobierno. Todo esto mejoraría el dinamismo de la economía en la última parte de este año.
El fortalecimiento del peso disminuiría las presiones inflacionarias y haría algo menos complicada la...
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