VISIÓN ECONÓMICA / Salario mínimo

AutorSalvador Kalifa

La idea de establecer un salario mínimo como la remuneración más baja que legalmente deben pagar los patronos a un trabajador, se materializó por primera vez en 1894 en Nueva Zelanda y se extendió después a otras partes de Oceanía, Europa y América.

Actualmente, de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los salarios mínimos, definidos como las remuneraciones que establecen un piso en la estructura salarial para proteger a los trabajadores ubicados en el estrato más bajo, se aplican en más del 90 por ciento de los países miembros de esa organización.

La Gran Recesión de 2008 y 2009 revivió la discusión sobre el tema de los salarios mínimos, a los que en principio se le asignan tres funciones: primera, como instrumentos de promoción social ante la crisis; segunda, para mejorar los niveles de vida de los trabajadores con salarios más bajos; y tercera, como un mecanismo para sostener la actividad económica.

La OIT recomendó en su Informe mundial sobre salarios 2012/2013 que "los salarios mínimos deben ser fijados por las autoridades tras consultar con sus interlocutores sociales y que es necesario adoptar un enfoque equilibrado que tome en consideración las necesidades de los trabajadores y sus familias así como factores económicos, incluyendo niveles de productividad, requerimientos en términos del desarrollo económico y la necesidad de mantener un alto nivel de empleo".

Estas recomendaciones tan variadas ponen de relieve las dificultades que se enfrentan para lograr ese "enfoque equilibrado". Por un lado es deseable que los trabajadores cuenten con un ingreso mínimo que, como lo determina en nuestro caso la Constitución, sea suficiente "para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos."

Pero por otro lado, si el nivel de esas remuneraciones no está respaldado por una productividad suficiente, no es sostenible y puede generar efectos perjudiciales para los propios trabajadores a los que se pretende apoyar, como un incremento en la inflación y en el desempleo.

Este es precisamente el centro del debate hoy en los Estados Unidos (EU), donde el Presidente Barack Obama está impulsando que se aumente el salario mínimo hasta llevarlo a 10.10 dólares por hora, lo que ha ocasionado reacciones a favor y en contra.

El salario mínimo en EU existe desde 1938, cuando se estableció en 25 centavos de dólar por hora, y ha sido...

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