Niños Violentos: La agresión no es un juego

AutorMariana Figueroa

Una rabieta demasiado grande para sus 8 años de edad, seguida de una mordida sobre el brazo de uno de sus compañeros de clase, puso fin a la estancia de Pablo en su primaria, la misma en la que tantas veces desafió a los maestros y en la que, en los últimos meses, se convirtió en el temor de sus compañeros de clase, a quienes decomisaba lo mismo "lonches", que dinero.

Los padres de Pablo no salían de su asombro al escuchar las palabras con las que los directivos de la escuela describían a su hijo, a quien consideraban un niño de tercer grado como cualquier otro...

Tres de cada 10 niños de primaria que fueron atendidos durante el pasado ciclo escolar por problemas de conducta en la Secretaría de Educación estatal están vinculados de alguna forma con la violencia, es decir, el 30 por ciento de los niños son ejecutores o receptores de ella.

Esta estadística se traduce en 3 mil 466 casos tan sólo en el ciclo 2002-2003.

Una generación de niños irreverentes que no conocen límites crece día con día y se alimenta de la falta de autoridad de padres y maestros, coinciden expertos.

Y aunque las autoridades educativas señalan que el comportamiento infantil en relación con la violencia se ha mantenido en iguales condiciones al menos en los últimos 7 años, de acuerdo con las estadísticas del departamento de Gabinetes Educativos, que atiende a niños problemáticos, sí admiten que es necesario actuar para contrarrestar esta tendencia.

La agresividad infantil es un trastorno que, de no diagnosticarse y atenderse a tiempo, puede tener repercusiones graves, que van desde el fracaso escolar y la dificultad de adaptación, hasta la delincuencia en la adolescencia.

Pero, ¿por qué los niños se han vuelto violentos? ¿cómo ayudarlos?

La era de la permisividad

Uno de los principales problemas que enfrentan los profesionales de la salud es la poca disciplina con la que los padres educan a sus hijos, comenta Juan José Roque Segovia, coordinador del Programa Estatal de Prevención y Control de Adicciones de la Secretaría de Salud estatal.

Los niños llegan a consulta porque la escuela obliga a los padres a llevarlos, y la mayoría de las veces sólo quieren un papel firmado que les permita a sus hijos reintegrarse en la misma escuela o en una distinta.

La mala conducta generada por una excesiva permisividad tiene orígenes diversos, uno de ellos es el cambio de la familia tradicional a la moderna, en la que la mamá tiene que salir de casa para trabajar, comenta Jesús Amaya...

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