Vidal Garza Cantú/ ¿Ganamos o perdimos?

AutorVidal Garza Cantú

No hay nada peor que después de ver un partido de futbol y saber que nuestro equipo ganó, nos enteremos de que en realidad perdió porque nos anularon dos goles. O que ya celebrando con otra medalla de oro para México, se la quiten a nuestro corredor por haber saltado durante la carrera un poco más de la cuenta. Me refiero a saltar antes de tiempo, literal y figurativamente, por la alegría de un triunfo anticipado.

Esto es precisamente lo que le pasó a Nuevo León con la aprobación del presupuesto federal y con la alegría de nuestros ilustres Diputados federales, por lo menos los de aquí, que ya celebran que nuestro estado vaya a recibir más dinero que el año pasado.

Todos quieren adjudicarse la victoria, pero le repito: más vale no celebrar antes de tiempo. Para mí la aprobación del presupuesto es sólo una victoria relativa.

¿Se ayudó realmente a Nuevo León y sus finanzas? Probablemente sí, un poco. ¿Los municipios tendrán más recursos para dar mejores servicios? Sí tendrán más recursos, pero quién sabe si podrán dar mejores servicios, pues el dinero no lo hace todo.

Valdría la pena saber quién ganó más, ¿un oaxaqueño o un nuevoleonés? ¿Quién recibió menos del pastel de lo que le correspondía y quién se llevó hasta rebanadas adicionales?

Reflexionar sobre cómo quedó al final de cuentas el presupuesto no es una historia enteramente feliz para muchos estados, entre ellos el nuestro, y la culpa la tienen nuestros Diputados. Trataré de explicarle por qué.

Antes de que se aprobara el presupuesto y con la polémica de Santa Fox, quien realmente no llegó a las chimeneas en diciembre, escribía en este mismo espacio que el año anterior los Diputados habían ideado un fondo de apoyo federal para los estados que más invertían en la educación y la creación de empleo.

A ese fondo, el PAFEF, por sus siglas, lo volvieron a poner en el presupuesto para este año a pesar de que no estaba previsto, pero con una cantidad de casi el doble de lo que había ejercido el año pasado. Es decir, hoy el PAFEF creció un 92 por ciento más respecto al del 2000.

Hasta aquí todo bien. Es muy bueno que este año haya más dinero para todos los estados. Pero hay dos características negativas y una implicación sombría acerca de este dinerito extra que tendrán a su disposición todas las entidades, incluido el Distrito Federal.

La primera, es que ese recurso adicional provocará un mayor déficit al Gobierno, es decir, mayor endeudamiento que si bien no lo pagaremos este año, sí...

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