Vidal Garza Cantú / Inquietudes
| Autor | Vidal Garza Cantú |
A unos días de terminar el año, otro que se nos va sin muchas acciones por lo menos en nuestro país, he recolectado una serie de preocupaciones que espero sirvan para mejorar lo que podríamos hacer el año entrante.
Casi todas estas inquietudes pertenecen al ámbito de la política, algunas son sociales pero también hay preocupaciones económicas. En todas ellas es posible buscar un replanteamiento que nos ayude a mejorarlo el año entrante.
El diálogo entre los poderes; la falta de sensibilidad del gobierno, pero también de los gobernados sobre las tareas que uno y otro desempeñan; la falta de planeación estratégica de largo plazo; la constante contaminación electoral de todo lo que tiene que ver con gobierno; y la aparente ignominia de algunos servidores públicos que no buscan ni desean dignificar la función del gobierno, son ejemplos de estas preocupaciones.
La división de poderes es hoy más auténtica que nunca. El Congreso es independiente del Poder Ejecutivo y ninguno de los dos ha hecho suyo el compromiso de buscar servir mejor a México y hacerlo con honestidad y decoro.
Atrás quedaron los años de obediencia y servilismo al Ejecutivo por parte del Congreso. Pero hoy estamos en un estado igual de preocupante, con un Congreso que no dispone, ni determina mucho, que dice trabajar por México pero se alinea con el primer chasquido del líder de su partido político.
En otras palabras, padecemos un Congreso que espera para reaccionar en lugar de llevar un liderazgo útil, buscar proponer, actuar por México.
Hoy, seguramente, los diputados descansan con singular alegría,aunque no hayan aprobado reformas y esperan, como ya no puede esperar este país, otro año para ver si actúan.
No lleva a ninguna parte el enfrentamiento entre estos poderes. El Congreso se queja de que el Ejecutivo no tiene el oficio político para convencerlos de sus reformas o propuestas, pero el Congreso no parece reducir su soberbia para tratar de entender los planteamientos del Ejecutivo. Diálogo entre sordos sin que nadie sepa qué hacer para destaparlos. El País espera y se desespera.
Mientras en muchos países del mundo los poderes públicos se orientan y se comprometen con el país que desean, en México prevalece una lucha en la que no hay ganadores.
Un ejemplo de esta lucha sin ganadores fue la intentona de reforma fiscal del gobierno que buscaba homologar el IVA al 10 por ciento.
Dado la negativa a poner un IVA a alimentos y medicinas del 10 por ciento, el PRI (partido sin el...
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