Vidal Garza Cantú / Adiós a la eficiencia

AutorVidal Garza Cantú

Cuando hablamos de productividad por lo regular nos referimos a la que se genera en las empresas o en el sector industrial, de manufactura, agropecuario o de servicios, y es precisamente ahí donde los modelos de negocio expresan con mayor claridad el concepto y las métricas de productividad.

En México hemos insistido durante años que el País necesita elevar su productividad, ya que es la única forma de que la economía genere crecimiento y desarrollo de manera eficiente.

A mayor productividad, mayores ingresos, mayor crecimiento, más empleo, mejor remuneración, mayor recaudación y más posibilidades para acabar con la pobreza y disminuir la desigualdad.

Ante algunas propuestas de la siguiente administración, es indispensable hablar de dos elementos clave para la productividad que generalmente no se incluyen: la sociedad y el Gobierno.

Los integrantes de la sociedad demuestran su productividad atendiendo la legalidad, cuidando el medio ambiente, respetando los derechos de los demás y valorando, sobre todo, cómo mejorar sus capacidades tanto educativas como profesionales para lograr mejores resultados de su desempeño como actores sociales y como empleados o empleadores.

Para el Gobierno, la productividad debe ser un componente básico para que genere más valor a la sociedad con menos recursos.

Por ello es positivo que se quiera adelgazar la obesidad de la nómina oficial por prestaciones y canonjías que deben eliminarse.

Sin embargo, si esta acción no corta las áreas improductivas e ineficientes, y son afectadas partes técnicas y operativas, el resultado es malo.

Entre lo mucho que puede hacer México por mejorar su productividad y desarrollo está eficientar su gasto público.

Si en la búsqueda por descentralizar las dependencias del Gobierno federal a los Estados no se mide cuánto mejorarán los servicios a los ciudadanos, cómo se reducirán tiempos de trámites que otorga y cuánto bajará el costo de la operación normal de una Secretaría, estamos frente a un programa demagógico que aumentará la ineficiencia del Gobierno.

De hecho, el Gobierno piensa que ser productivo es sólo hacer lo que las leyes le dictan. Y sí, sin duda, cumplir los ordenamientos jurídicos es una tarea irrenunciable.

Pero al no ser sancionable el incumplimiento de los...

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