La Vida de Cuadritos / Para matarlos ¡a todos!
| Autor | Arsenia Mata |
TV Docta
Esta semana nos pusieron difícil la selección del tema.
Entre el chafísimo final de Triunfo del Amor, el inicio aletargado de Dos Hogares y el sobrecargado de La Casa del al Lado, no sabemos hacia dónde inclinarnos.
Lo que sí es un hecho: Dos Hogares, de Emilio Larrosa, nos parece una obra de arte comparada con la fatídica Triunfo del Amor, que en su desenlace sólo nos hizo odiar más a su productor, Salvador Mejía, por presentar (como ya se le ha hecho costumbre) un producto mediocre.
Ver a Jimena (Dominika Paleta) casi salir de su tumba y correr cuchillo en mano hacia el altar para matar a María Desamparada (Maite Perroni), quien se casa con Max (William Levy), fue monstruoso.
Ni el despliegue policiaco pudo con esta villana caricaturizada (como casi todos los personajes), hasta su muerte, pues junto con Guillermo (Guillermo García Cantú) se suicida al estilo Thelma & Louise (¿?).
Bernarda (Daniela Romo) muere también en un accidente aéreo de poco presupuesto. Sí, fue ridícula la explosión que se hizo por computadora. De veras que ni cómo ayudarlos.
No se merecía un final dominical... ¡¡de dos horas!!
Es más, no sólo los villanos merecían morir. Debieron matarlos a todos, por poco convincentes con su trabajo.
Después de Mundo de Fieras (también del productor "chafa" Mejía), no habíamos visto un elenco taaan pobre. Nos ofrecieron lo peor que hay en Televisa y eso es penoso.
Lo que le digamos del final es poco. Fue aburrido, trillado y de una calidad de tres pesos.
Dos Hogares empezó lento, pero no nos extraña.
Emilio Larrosa acostumbra siempre en sus primeros episodios presentar a sus personajes, lo cual nos parece adecuado, aunque por su bien... y el nuestro, como audiencia, esperamos que pronto la historia se agilice.
En el capítulo inicial no sabíamos quién era la protagonista, si Anahí... u Olivia Collins, quien tuvo más apariciones en un despliegue de glamour y fanfarronería propias de su personaje, una millonaria envidiosa.
Anahí es una veterinaria de clase media que da consultas a domicilio montada en plataformas, con unas extensiones carísimas y dos kilos de maquillaje que la hacen ver muy guapa. Esta imagen choca con el personaje clasemediero que hace.
La Collins es adorable de odiosa, muy atractiva para sus 53 años y domina los antagónicos, pero lo que más nos gustó fueron los dos galanes: Carlos Ponce y Sergio Goyri, "tan bueno el pinto como el colorado", y los actores de cuadro, como Jorge Ortiz de Pinedo, Alfredo...
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