LA VIDA DE CUADRITOS / Buena técnica; mal contenido

AutorArsenia Mata

Es agradable ver una producción de Televisa en la que se nota la inversión técnica, sobre todo cuando hay mejoras en los sets, pues muchos ya no lucen tan acartonados y además abundan las locaciones.

Por Amar sin Ley y Doña Flor y sus Dos Maridos cuentan con estas características, las que se habían mostrado antes en producciones como La Piloto y hasta en Rosario Tijeras, de TV Azteca.

Se ve que siguen los pasos de otras producciones mexicanas originales hechas por Netflix (El Chapo, La Casa de las Flores o Ingobernable), y hasta de ClaroVideo (La Hermandad).

Es bueno ver que hay más escenarios naturales, el sonido es otro y la técnica cinematográfica se hace cada vez más presente.

Desafortunadamente, con todo y que tuvo un buen arranque Doña Flor... y que parece una historia entretenida, ya no representa el exitazo que hace años se veía en ese horario de las 20:30 horas, en historias más tradicionales como Esmeralda, Laberintos de Pasión, Cañaveral de Pasiones y otros melodramas rosas cargados de intrigas y amores.

Lo mismo ocurre con la más desangelada de las dos: Por Amar sin Ley, pues aunque tiene una una "segunda temporada", como llaman ahora a las telenovelas que continúan, no deja de ser un pretexto para armar una serie de historias con abogados que defienden la justicia y luchan contra el crimen, aman, se desvelan por el bien... bla, bla, bla.

Ver a litigantes guapas en vestidos ajustados (Altair Jarabo, Ana Brenda Contreras y Kimberly Dos Ramos) no les da...

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