Por las venas de México
| Autor | Cecilia Núñez |
Abordar un carro y lanzarse a explorar una región es uno de los planes más seductores.
"Hacer turismo carretero por México es muy gratificante. En general desconocemos las condiciones de las carreteras, los servicios y la infraestructura turística, pero hay mucha diversidad para armar itinerarios inolvidables", comenta Humberto Urbán, director de operaciones de Rincones de mi Tierra, una promotora de turismo carretero.
En los últimos siete años esta promotora se ha especializado en crear viajes por sitios poco conocidos en México, que incluyen actividades en contacto con la naturaleza y con la forma de vida auténtica de diversos estados del País.
Aquí, tres rutas sugeridas para vivir una experiencia sobre ruedas.
www.rinconesdemitierra.com
www.capufe.gob.mx
Ruta Baja California por el mar y el desierto
Los caminos sudcalifornianos de tonos ocres se combinan con la textura de los cactus, y a lo lejos un matiz azul, proveniente del Océano Pacífico y el Mar de Cortés, atenúa la aridez de la zona brindando un profundo contraste de escenarios.
Esta ruta en la que el desierto se deja envolver por el mar comienza en Los Cabos, donde hay que disfrutar un par de días más allá de los resorts de lujo. Aquí es posible realizar safaris por el desierto, abordar una embarcación en la marina de Cabo San Lucas para dar un paseo en la zona del Arco, visitar el delfinario y disfrutar de la vida nocturna de la región.
Desde ahí hay que tomar el carro con dirección a Todos Santos, localizado a 73 kilómetros al norte de Cabo San Lucas, por la Carretera 19.
Árboles de mango, palmeras datileras y huertos fértiles en los jardines de las casitas son una prueba de que la hostilidad del desierto, aquí, se vuelve sutil. Sus playas solitarias cuentan con uno que otro búngalo para relajarse y mirar el vaivén de esas olas anheladas por surfistas de todo el mundo.
Los imperdibles de este Pueblo Mágico son el legendario Hotel California, cuya leyenda se relaciona con la famosa canción de los Eagles; la Misión de Nuestra Señora del Pilar de la Paz, fundada por el sacerdote jesuita Jaime Bravo en 1723, y los restaurantes, galerías de arte y bares que se encuentran en este pueblo de ambiente bohemio.
Por la misma Carretera 19 se llega en 40 minutos a La Paz, donde hay que disfrutar de solitarias playas, como Balandra y Tecolote, y de la vida en el malecón.
Desde el muelle de La Paz se realizan recorridos hacia la isla de Espíritu Santo, donde se puede bucear con lobos marinos...
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