Tras quemaduras, hallan esperanza

AutorSamuel Alemán

Desde los 4 años, Armando Castillo Espinoza tiene quemaduras en la mayor parte de su cuerpo. Ayer, el chico de 15 años acudió al Hospital Universitario a agendar una cita y viajar a Galveston, Texas, para ser atendido nuevamente.

Su vida cambió cuando al jugar con un primo incendió un colchón con papeles y quedó atrapado en una recámara. El fuego le dejó quemaduras de segundo y tercer grado.

"Corrimos y me regresé por un carrito, luego cuando volteé el colchón estaba en la puerta, y ya me arrinconé y ya no pude salir", cuenta el chico, quien acudió al HU con su mamá y su abuela.

El joven originario de Saltillo perdió en el accidente sus dos manos y cabello. Ha recibido implantes de piel en cuatro ocasiones en la ciudad texana.

Al igual que él, unos 60 niños con quemaduras severas fueron valorados ayer por cirujanos plásticos, como parte de un programa realizado entre el Gobierno estatal, la UANL y la Fundación Michou y Mau.

A los menores que acudieron por...

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