Trae 'hermosa' herencia

AutorMarco Almaraz

Cuando el español Pablo Hermoso de Mendoza cruzó el Atlántico en 1999 para salir a conquistar al público mexicano, acababa de ser padre de un varón que hoy, casi dos décadas después, busca continuar su leyenda y crear una nueva dinastía en el arte del rejoneo.

Desde entonces a la fecha, el ahora novillero Guillermo Hermoso de Mendoza ha vivido largas temporadas en México y hay quien se pregunta: "¿estamos ante el primer Hermoso de Mendoza 'mexicano'?".

"Casi sí, porque tenía meses la primera vez que vine, conozco la República entera por acompañar a mi papá a torear, compramos casa y casi nos consideramos ya mexicanos", respondió ayer el jinete navarro.

Guillermo, de 18 años y con 20 novilladas en su corta carrera, se presentará este domingo a las 17:00 horas en la Plaza Monumental Monterrey, alternando con su padre, la máxima figura del rejoneo mundial, así como con los matadores de toros Diego Silveti y Sergio Garza.

El sábado pasado, padre e hijo vivieron una tarde de ensueño en Ciudad Juárez, pues el alumno cortó cuatro orejas y su primer rabo, en tanto que el maestro cortó dos y también un rabo.

Ser hijo del mejor rejoneador del mundo es un privilegio del que se siente honrado...

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