Trae beneficios ser compartido

AutorRosa Castro

Una semana fija de vacaciones por 25 años, una playa exótica, un hotel de lujo, una tentación que hacen realidad los llamados tiempos compartidos o clubes vacacionales.

También llamado intervalo o propiedad vacacional, la compra de un tiempo compartido es una opción para los inversionistas interesados en asegurar su tiempo recreativo para el futuro.

Y para esto, las propiedades turísticas en México ofrecen diferentes modalidades y opciones de financiamiento, explica Gonzalo Maqueda, presidente ejecutivo de la Amdetur.

Un tiempo compartido, definido por la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (Amdetur), es la compra del uso exclusivo de hospedaje para un número particular de días cada año, generalmente vendido por semanas.

"Cuando cualquier consumidor compra una membresía vacacional o tiempo compartido, lo que está adquiriendo es el derecho de vacacionar bajo ciertas características durante cierto número de años.

"Una persona puede comprar una membresía fija, en la que adquiere el derecho a una unidad o habitación determinada de un hotel por una temporada específica por 25 años, pagando solamente una cuota de mantenimiento o una flexible, donde no es necesario definir el número de personas a hospedarse, el tiempo o la fecha, pero está sujeto a disponibilidad", explica Maqueda.

¿Por qué conviene?

La compra de un paquete vacacional brinda la seguridad de tener un espacio vacacional pagado para los años siguientes, sin necesidad de preocuparse por el gasto extra año con año.

"Otra razón es que si yo hago cuentas de cuánto me voy a gastar los próximos 25 años en hospedaje, y lo comparo con lo que estoy pagando por esta membresía, genera ahorros muy importantes, de entre el 60 y 70 por ciento, por lo que es una inversión que resulta en descuentos muy grandes", afirma el representante de los desarrolladores turísticos.

¿Cuál me conviene?

Hay muchos tipos de tiempo compartido de acuerdo a su duración y plan.

Pueden adquirirse por entre 5 y 25 años normalmente, para periodos de entre una y cinco semanas, y en caso de comprarse en más de una propiedad, hasta 26 semanas; pueden ser fijos, por semanas específicas, o flotantes, por temporadas específicas y hasta por semana dividida, con vacaciones más cortas de dos o tres visitas separadas de dos a cuatro noches cada una.

"Yo recomiendo comprar un paquete que se adapte lo más posible a las necesidades y patrones de viaje del consumidor, sobre todo en términos de lejanía, gusto, temporadas y...

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