'Trabajamos con lo que hay'

AutorMirna Ramos

Los pasillos de la sala de urgencias en el Hospital 33 del IMSS están a tope y es difícil caminar en ellos.

De un lado están los pacientes confinados en sus sillas desde hace horas, o incluso días, y del otro los familiares que los acompañan; hay camillas, pero son insuficientes y sólo los enfermos más graves tienen derecho a una.

Muchos pacientes tienen que conformarse con ponerse una bata, acomodarse en una silla de ruedas y recibir sus medicamentos intravenosos, esperando que se libere pronto un lugar para ser internados en los pisos superiores.

Bastan unos cuantos minutos en la sala para escuchar varias veces la palabra "cama".

"Tiene tres días sentado y apenas le dieron una cama", dice una mujer con un familiar enfermo, entre satisfecha y enojada.

Pero esto es sólo la cara visible de un problema más grande y que afecta a otras clínicas y hospitales del Instituto.

Faltan camillas en urgencias, camas en los pisos, equipos y materiales en las salas de cirugías y áreas de diagnóstico, medicinas en las farmacias y hasta cosas tan simples como impresoras y papelería en los consultorios.

Médicos de ese nosocomio y de los hospitales 4, 6 y 22, quienes pidieron no ser identificados, dan testimonio de las insuficiencias.

"Trabajamos con lo que hay", dice un doctor de la Clínica 6, "hay material que debería ser desechable y que se reutiliza".

Además de tener problemas con los aspiradores en las salas de cirugía y otros instrumentos, las impresoras de los consultorios no funcionan, por lo que los médicos tienen que salir a buscar dónde imprimir después de cada consulta o de plano hacer las prescripciones manualmente.

Ante la falta de papelería básica, también tiene que escribir a mano los pases de salida de los pacientes en hojas en blanco, y por partida doble, pues tampoco tienen papel carbón.

En el Hospital 22 atienden a los pacientes de acuerdo con los medicamentos que sí hay en sus anaqueles.

"Acá en el psiquiátrico no hay medicamento, nada", señaló un médico.

"Tenemos que estar escogiendo qué medicamento hay, no el que le conviene al paciente".

Fluoxetina, clonazepam, citalopram, litio y quetiapina forman parte del cuadro faltante, algunos incluso desde hace varios meses.

Otro doctor señaló que, cuando deciden cambiar el medicamento de algún afiliado, sus superiores les "recomiendan" no asentar como motivo la inexistencia del fármaco, sino señalar que se trata de un mejor medicamento.

En la Clínica 4 también hay carencias importantes e...

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