Taylor Swift: No es cualquier chica
| Autor | Salvador Cisneros |
Es la noche del sábado 25 de junio. En el Cowboy Stadium se apagan las luces y en el escenario aparece proyectada la silueta de Taylor Swift sobre una cortina roja de aproximadamente 10 metros de altura, provocando así que miles de niñas y jovencitas se desgarren las gargantas gritando igual (o más fuerte tal vez) que como lo han hecho sus padres, hermanos o novios en este mismo estadio cuando los Vaqueros de Dallas consiguen una anotación en playoffs.
La pasión con la que las fans siguen gritando al ver en persona a su cantante favorita cuando ella queda parada en medio de este recinto con sus 55 mil localidades agotadas, es una pequeña muestra que da una idea del fenómeno pop en que se ha convertido la artista de 23 años en Estados Unidos.
Una semana antes de este concierto en Texas, que forma parte del Red Tour, la intérprete de "We Are Never Getting Back Together" fue la ganadora absoluta en los Billboard Awards al llevarse ocho estatuillas.
Si bien esta premiación está por debajo del ruido e impacto mediático que tiene el Grammy -ella ya posee siete gramófonos dorados-, la importancia del Billboard es que se obtiene gracias a los números de ventas de discos y al desempeño en los charts.
En esta premiación no hay espacio para la subjetividad de votantes o las presiones de las disqueras.
Los ocho premios que Taylor se llevó a casa y, claro, sus más de 26 millones de copias vendidas y las 75 millones de descargas digitales prueban que esta cantante pop con raíces country forma parte de ese selecto club de la música que no padece la sequía de ventas.
Después de conquistar el mercado estadounidense, su disquera la quiere hacer un fenómeno pop global. Por eso el día del concierto en Dallas, pero por la tarde, justo antes del soundcheck, Taylor habla con la prensa latinoamericana.
Esta entrevista con TOP Magazzine es la última del día para ella.
Dentro del "Red Room", un espacio confeccionado en backstage para que Taylor conviva después del concierto con fans elegidos al azar, ella luce un vestido amarillo que la hace contrastar por el color rojo que predomina en la habitación.
Aunque es visible que se siente cansada o aburrida después de responder por poco más de dos horas a las preguntas de la prensa, ella sonríe con esos labios pintados de rojo intenso, se levanta y extiende la mano para saludar.
Antes de iniciar se le propone hacer una entrevista de perfil y para eso es necesario hablar sobre 13 aspectos importantes de ella como artista.
Taylor, quien en sus conciertos se pinta el número 13 en la mano porque lo considera su número de la suerte (por haber nacido el 13 de diciembre de 1989), acepta. Aunque, al final, el tiempo frustrará este acuerdo.
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UN GRAN AÑO
Debido a su superstición fetichista por su número de la suerte y por las dimensiones de su carrera y su gira, Taylor está convencida de que este...
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