Tan cremoso como sabroso
| Autor | Julieta Rodríguez |
Si de sacarle provecho al yogur se trata, sólo basta con ir al super, comprar este producto y saborearlo así solito, con lo que obtendrá todos sus beneficios nutrimentales.
Pero, si desea aprovecharlo aún más, no hay como combinarlo con diversos ingredientes y dar vida a unos ricos platillos, que van desde ensaladas, pasteles, pays, aderezos, salsas, pastas, carnes, pescados, verduras, arroz...
Lo bueno del yogur es que lo puede disfrutar a cualquier hora del día, ya sea como parte de su desayuno al mezclarlo con frutas o como licuado; o en la tarde, sazonando alguna de sus ensaladas o como salsa de sus carnes, y por la noche, que puede ser solo o en gelatina.
Y es que, después de saber todos los beneficios nutrimentales que ofrece el yogur a su organismo, es muy difícil resistirse a no incluirlo en su dieta.
Los efectos beneficiosos del yogur no sólo se deben a sus propiedades nutrimentales, sino también a su acción sobre la microflora intestinal, factor que actúa en la resistencia natural del individuo a las infecciones.
El consumo de yogur es recomendado en la prevención y tratamiento de la diarrea, enteritis o colitis, y se valora muy positivamente su capacidad para mejorar la respuesta del sistema inmune, además que facilita la digestión de la lactosa.
La variedad en la nomenclatura legal de lo que es un yogur también se contagia a su aporte nutritivo, ya que no siempre un yogur es igual a otro.
El contenido en vitaminas y minerales depende de las características de la leche inicial y la leche en polvo que se añada al momento de hacer el yogur, así como de las modificaciones por calor, de las cepas de fermentos usadas y de las condiciones de la fermentación.
"Durante la fermentación se consumen las vitaminas B12 y C y se forma ácido fólico, no se alteran las vitaminas B1, B2, B6, biotina y ácido pantoténico, y la composición mineral permanece estable", señala Alma Laura Zendejas de Lozano.
Estos son algunos de los secretos del yogur, bien valorados en el norte de Europa, donde este producto lácteo se consume en la dieta cotidiana.
De hecho, en la norma española de calidad para el yogur se dice que deben existir menos de 10 millones de bacterias lácteas específicas por cada gramo de yogur.
Sin embargo, esta norma no es universal, como tampoco lo es la definición de yogur, ya que las legislaciones española, italiana, francesa, alemana y estadounidense, sólo denominan yogur a la fermentación por lactobacillus bulgaricus y streptococcus thermophilus, mientras que en Canadá...
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