Supera al sistema afluencia ciudadana

AutorOctavio Pineda

EL NORTE / Enviado

CARACAS.- Los venezolanos se fueron anoche a dormir como amanecieron: votando.

La gran afluencia de electores al referendo revocatorio del mandato del Presidente Hugo Chávez, sumada a fallas de tipo técnico que retrasaron la votación, desbordó a las autoridades electorales.

Prevista para terminar a las 16:00 horas (tiempo de Venezuela), la jornada se alargó hasta las 0:00 horas y al cierre de esta edición los electores seguían pronunciándose en favor o en contra de recortar el mandato de Chávez.

A la medianoche sólo habían cerrado el 28 por ciento de las casillas instaladas.

El Presidente Chávez fue una de las primeras víctimas de las máquinas capta-huellas, que verificaban que la identidad del votante coincidiera con la del padrón.

El Mandatario tuvo que frotarse el dedo meñique en el saco y el pantalón de su traje sport para que un segundo aparato registrara bien la impresión dactilar que una primera máquina no leyó.

El ex Presidente estadounidense Jimmy Carter, uno de los principales observadores internacionales, admitió que nunca había visto colas tan largas en las 50 elecciones en que ha participado el Centro que preside.

Sobre la marcha, el Consejo Nacional Electoral (CNE) fue flexibilizando los procedimientos electorales. Empezó por permitir que la captación de huellas se realizara después de la votación y no antes, como estaba previsto.

También autorizó que en los centros donde no se habían presentado los operadores de las capta-huellas, el uso de las máquinas fuera obviado.

Ante el retraso en la votación, los líderes de la oposición empezaban a desesperarse.

Para María Corina Machado, directora de Súmate, las largas colas eran previsibles como consecuencia de la ampliación del padrón -a 14 millones de electores- sin el respectivo aumento de los centros de votación, una reducción de la abstención electoral y la complejidad del proceso automatizado de votación.

Los reportes de inconvenientes por el uso de las capta-huellas se multiplicaban. El CNE había dispuesto su utilización para evitar suplantación de identidades o que una misma persona votara dos veces, pero ayer pagó el precio de la innovación tecnológica, desbordado por los millones de votantes.

Al este de Caracas, el centro de votación instalado en el colegio Mariscal Sucre de Sabana Grande ya había obviado el uso de las máquinas porque los operadores no llegaron y la gente no podía votar.

Los retrasos afectaron lo mismo a los simpatizantes del oficialismo...

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