Sugerencias del Gourmet/ ¡Mamma mia, qué sapore!
| Autor | G.L. Othón |
*** 1/2 (Tres tendores y medio)
Cuando Iannilli abrió sus puertas en el Barrio Antiguo, pareció muy atinada la elección del local que ocupan, ya que se trata de parte de una antigua casona de las que se encontraban por esos rumbos, que supieron ambientar muy bien, y de inmediato tuvieron una gran aceptación de parte de los regiomontanos.
A la vuelta de cierto tiempo abrieron otro local en Contry, justo en el centro comercial que se ubica en Garza Sada y Alfonso Reyes, del que yo me cuestionaba si pudieran también tener el éxito que habían logrado en el primer restaurante que abrieron, y ¡cuál fue mi sorpresa! cuando la semana pasada acudimos y encontramos un lugar lleno al 100 por ciento. Afortunadamente, habíamos hecho una reservación, ya que ocuparíamos seis lugares y, de otra manera, no los hubiéramos encontrado.
Este otro Iannilli, cuya propietaria es la señora Raquel Iannilli (igual que del que está en el Barrio Antiguo), ocupa el área de dos locales comerciales de este centro que, además, cuenta con un mezzanine o segundo nivel, donde próximamente piensan abrir un bar con el nombre de Il Crostino, aunque le preguntamos al mesero que para cuándo y no supo decirnos; incluso pareció dudar de que lo fueran a abrir, sin embargo, por un lado del restaurante cuelga una enorme manta que lo anuncia.
Todos los comensales estábamos bastante hambrientos, así que de inmediato solicitamos unos "antipasti" como los cozze capricciose (79 pesos), deliciosos mejillones frescos preparados con una sencilla salsa de vino blanco; desafortunadamente, cuando pedimos unos crostini (69 pesos) de tapenade e melanzana, es decir, con pasta de aceitunas negras y berenjenas, resultó que no había, ¡increíble en este lugar!, pues son cosas que se consiguen fácilmente cruzando la calle, ya que enfrente, precisamente, está Soriana, pero, bueno, se los perdonamos porque nos llevaron otros crostini de prosciutto y gorgonzola que estaban deliciosos.
Además probamos un carpaccio de salmón (90 pesos) y otro de res (70 pesos) que estaban verdaderamente excelentes, pero de nuevo nos pasó como con los crostini, ya que cuando pedimos una peperonata (65 pesos) resultó que no tenían y, a decir verdad, pienso que algo les pasó en la cocina, ya que esta última es algo que se tiene preparado de antemano, que se sirve al tiempo y, además, es de esos platillos que cuando se hacen anticipadamente toman más buen sabor, y digo que algo les pasó, ya que en varias ocasiones vimos salir al...
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