Sugerencias del Gourmet/ El Tapanco y su rica fusión
| Autor | G.L. Othón |
***1/2 (tres tenedores y medio)
En lo personal me encanta ir a nuestra vecina ciudad de Saltillo que, aunque no la considero la capital del mundo como mi buen amigo Catón, sí me parece que es un sitio encantador y lleno de lugares interesantes para visitar, como el que hoy nos ocupa, un restaurante con más de 20 años de tradición que ha sabido mantenerse y consolidarse como uno de los mejores para comer en un ambiente ideal y disfrutar de una excelente calidad en su cocina, que sin definirse podemos considerarla principalmente francesa y mexicana, nada mal si recordamos que éstas son de las mejores a nivel mundial y, simplemente, con la mexicana tenemos para estar contentos, satisfechos y orgullosos: nos referimos a El Tapanco.
Este establecimiento es famoso por su perejil frito (45 pesos) servido con tocino y limón, que igual produce unos tacos deliciosos con una suave tortilla recién hechecita, que contrasta con lo crujiente de este platillo, o bien se acompaña con la rica y picante salsa roja que sirven en la mesa, junto con un paté (sin pena ni gloria) y pan recién hecho. Este platillo lo pedimos para empezar, junto con unos cabuches a la mexicana (70 pesos), esa pequeña flor de la biznaga que sólo se da en lugares desérticos y que, por lo general, sólo tenemos acceso a su presentación enlatada, pero que no deja de ser una delicia única de la comida mexicana, así como también unos caracoles (90 pesos) o famosos escargots con mantequilla y hierbas finas, muy representativos de lo mejor y lo más clásico de la cocina francesa.
Como nuestro grupo era grande, ya que junté a toda la familia, más unos cuantos agregados (y no precisamente culturales), con la promesa de visitar el Museo del Desierto que, por cierto, es un lugar de primer nivel, hecho con toda la mano y súper interesante, que les puedo recomendar con la seguridad de que quedarán encantados, nos dieron una gran mesa en el primer salón que se encuentra inmediatamente al entrar por el patio, que por cierto suele estar más bonito, pero que ahora lo encontramos un poco descuidado; será el invierno o será el sereno, pero creo que es importante que le den una manita, ya que es como la entrada de una casa; si ésta se encuentra descuidada, nos hace suponer que el resto también lo estará.
El menú es de lo más amplio y variado, lo cual dificulta la selección por el temor a escoger algo menos bueno, pero, en fin, es difícil fallarle en este lugar en donde siempre han cuidado la calidad de su...
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