Sugerencias del Gourmet/ De moros, españoles y mexicas
| Autor | G.L. Othón |
Indudablemente, la cocina mexicana tradicional es producto del mestizaje que se dio cuando los españoles llegaron a este nuevo mundo (para ellos nuevo, aunque tan antiguo como Europa) cargados con una buena dotación de viandas y condimentos diferentes a los ya existentes en América y, particularmente, en México.
Ellos nos trajeron animales como los cerdos, los borregos, las cabras y las vacas, pero además productos de la tierra como el trigo y el arroz. Todo esto, junto con los productos netamente mexicanos, como el pavo o guajolote, el frijol, el chile y el aguacate, por nombrar sólo unos cuantos, dio como resultado una de las comidas que actualmente gozan de más renombre y reconocimiento en todo el mundo: nuestra cocina, la mexicana.
Desafortunadamente para nosotros los norteños, en estas pobres tierras (desde el punto de vista de la agricultura), en donde en particular había tribus nómadas y salvajes, sólo alcanzaron a llegar unos judíos españoles, quienes nos enseñaron a comer tortillas de harina y cabrito.
Ofreciéndonos tanto comida tradicional mexicana, así como también algo de cocina norteña, nació El Portal de Morillos en 1992, ubicado en Villa de Santiago y propiedad del señor Raúl Elizondo, quien muy atinadamente instaló este restaurante en una gran quinta rodeada de jardines y de un estilo mexicano un poco indefinido, pero agradable.
El lugar está especial, sobre todo los fines de semana, para familias con niños, ya que cuentan con ponys para que los chicos paseen, además de juegos infantiles de todo tipo.
Nosotros fuimos un sábado a mediodía y el lugar estaba completamente lleno; sin embargo, tuvimos suerte y de inmediato nos encontraron un mesa para los cinco que éramos, cinco y con mucha hambre, pues casi daban las 3:00 de la tarde, así que tan pronto como nos ofrecieron las bebidas, solicitamos unas ricas "botanas".
Pedimos un surtido de quesadillas (46 pesos) de papas con chorizo, cuitlacoche, champiñones y flor de calabaza, todas muy buenas, a juzgar por el tiempo en que desaparecieron del plato. Además, principalmente por curiosidad, yo pedí unas dobladitas de fideo (46 pesos) en tortilla de maíz recién hecha y con carnitas y chipotle que estaban buenísimas. También solicitamos unos empalmes de asado (59 pesos) de la receta de la tía Locha, quien suponemos es originaria de Zuazua, donde los hacen especiales, aunque con menos relleno que éstos, los cuales, por cierto, son una bomba, aunque súper ricos.
Con toda esta botana...
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