Sugerencias del Gourmet/ Una mitológica cena
| Autor | G.L. Othón |
Bacchus es el dios del vino en la mitología romana, así como Dyonisios lo es en la griega. A él se le atribuye haber descubierto las uvas y con ellas haber inventado el vino. Obviamente, todo esto es mitología y vaya usted a saber quién lo hizo, pero qué bueno que lo descubrieron.
Aquí en Monterrey se le atribuye la creación de Bacchus, restaurante y bar, a Alejandra y Benjamín Ríos, quienes desde hace aproximadamente seis meses abrieron este hermosísimo lugar en el Barrio Antiguo, por la calle Morelos.
Por fortuna, esta calle, al igual que Padre Mier, son las únicas que permanecen abiertas en las noches los fines de semana, pero, desafortunadamente, esto lo hace poco atractivo para los que no tenemos intenciones de visitar los "antros". Lo dije antes y lo reitero: es una pena que se haya invertido tanto para hacer un lugar bonito y pintoresco, para que después lo encontremos lleno de bares y antros que espantan al público "mayorcito" o, como dirían mis hijos adolescentes, "ruquito".
En principio, mi señora encontró un lugar llamado Cachagua, que se anuncia como restaurante y promete comida italiana, así que con la curiosidad de probar esta última, inocentemente nos dirigimos al Barrio Antiguo, en donde se encuentra este sitio, precisamente enseguida del famoso Bar Río. De inmediato nos pareció más bien un bar, así que sin bajarnos del coche le pregunté a los guardias que si era restaurante o que si era para "pura chaviza"; lo primero no lo negó, ni lo segundo lo afirmó, pero muy amablemente nos indicó que "aquí a la vuelta hay un restaurante", y con eso lo dijo todo, de modo que sin haberlo planeado llegamos a Bacchus y nos llevamos una muy agradable sorpresa.
Para empezar, desde que llegas te invitan a pasar con una amabilidad poco usual. En la puerta se encontraba el Sr. Mario Martínez, gerente del lugar, esperando a la clientela. Lo supongo porque era bastante temprano todavía. Obviamente, no hay estacionamiento, pero sí valet parking, de modo que no hay ningún problema con esto, y como nuestro grupo era de cuatro, de inmediato nos acomodaron adentro, aunque nos ofrecieron la terraza que, por razones del clima, declinamos.
Por cierto que también la disfrutamos desde adentro, pues nos tocó frente a un ventanal, en donde se aprecia bien el sitio con un enorme árbol lleno de luces que le da una magnífica ambientación al lugar, claro que partiendo de una casa antigua y con buen gusto, el resultado es sensacional.
Los meseros están todos...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba