Sugerencias del Gourmet / Viva Oaxaca

AutorG.L. Othón

Nada más llega la temporada de la granada, por lo regular mucho antes que el mes de septiembre, las ganas de degustar esa delicia tan mexicana, como son los chiles en nogada, se hacen presentes.

Como el año pasado no tuve la oportunidad de probar el chile en nogada que propone Érika Zambrano Iannilli en su restaurante Madre Oaxaca, me di una vuelta al restaurante para ver si lo estaban sirviendo. Para mi fortuna, nada más entré y lo vi promocionado.

Para esa noche elegimos mesa junto a la ventana, en donde se localiza el área para fumar, pero el resto de la casa antigua que ocupa en el Barrio Antiguo es encantador, sobre todo la terraza techada, que en realidad era el patio, muy bien climatizada para evitar los fuertes calores o fríos que ya se avecinan.

Sinceramente, iba a ser el único en pedir chile en nogada, aunque luego un compadre me hizo segunda, pero el resto del grupo optó por otros platillos.

Antes compartimos la exquisita botana mixteca para dos personas, que en realidad funciona para cuatro, además de la cazuela Madre Oaxaca. La primera trae chicharrón prensado, una memela, tiras de queso Oaxaca, dos tacos fritos enmolados, un tamal de mole negro y chapulines, los que por cierto puedes cambiar por otro tamal, memela o taco frito.

La cazuela, en cambio, es de queso fundido con trozos de chorizo oaxaqueño, algo fuerte, pero muy rico. Sin embargo, les sugiero otras botanas, como los molotes de Tlacolula y las dobladitas la Soledad.

Por fin llegó el chile, que solicité sin capear, como lo dicta la moda surgida en el siglo pasado, porque el original sí lo llevaba. Claro, habrá quien diga que no, pero a los datos históricos me remito.

Visualmente me llenó el ojo, pero para ser sincero, conforme lo fui degustando, me di cuenta de que a la salsa le faltaba algo; de hecho llegué a pensar que no era la nogada tradicional, por su sabor y consistencia, ya que debe quedar un poco más espesa.

El relleno sí me pareció de lo mejor, con un sabor exquisito, no se diga la consistencia del chile, muy bien asado, desvenado y despepitado. En general, no podría decir que es el mejor chile en nogada de Monterrey, pero se aplaude el esfuerzo.

El resto del grupo eligió sus platos fuertes entre los apartados "Del valle, la sierra y el Pacífico" y "Directo de la Cazuela".

Del primero sobresalió el tasajo o cecina a la oaxaqueña, que resultó excepcional, al igual que el guachinango de Mazunte y los camarones Matatlan, empanizados con coco y servidos con...

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