Sugerencias del gourmet / Una tarde muy gourmet

AutorG.L. Othón

En el mundo es tan famosa la precisión suiza como la pasión italiana. ¿Qué tal combinarlas en la cocina? Eso es lo que ocurre en Fornera Wine House.

En Paseo de los Leones, muy cerca de Rangel Frías, Sandro Fornera, un suizo-italiano avecinado en Monterrey ha logrado ofrecer platillos envueltos en buen gusto y esmerada preparación.

No esperes grandes espacios, disponte a tocar el timbre para entrar a una tienda gourmet, subir una escalera de caracol y acceder a una salita para unos 12 comensales; cocina y cava impecables a la vista; música e iluminación románticamente perfectas y un ambiente tan acogedor como cálido para quien desea reencontrarse con el romance.

Y en una comida para dos, nada como abrir con una copa de Moscato d'Asti, elegante, fresco, que nos condujo a dos entradas redondas: un carpaccio de atún con alcaparras, cebollín, notas de limón, buen aceite de oliva y ensaladita de arúgula, y unos espárragos envueltos en tocino, en los que descubrimos queso Grana Padano.

Ya con los platos fuertes, un Filetto di Manzo ai Funghi Porcini: filete miñón en salsa de hongos porcini, opulento, cocido a la perfección y de impecable presentación.

Y mención aparte, Gamberetti in salsa d'Assenzio e Kiwi: camarones en salsa de ajenjo y kiwi; ¿ajenjo? Es la bebida de Picasso, Van Gogh, Hemingway y Poe; nacida en Suiza e importada en su versión a 53 grados de licor. Al paladear los camarones vas a hallar un sabor que no sabes decir qué es, pide que te lleven la botella de ajenjo y percibe su aroma, regresa a tus camarones e identifica su sabor inigualable, contundente, exótico y gentil.

En ambos platillos, el chef agregó un hojaldre a las finas hierbas con espárrago, hecho al momento, una delicia dentro de otra.

Las pastas son también una sinfonía al oído. El Fetuccini al Azafrán y Camarón nos deleitó sonoramente al gusto, muy balanceada, bien terminada y deliciosa.

En el renglón de vinos, Sandro ofreció un blanco 100 por ciento de uva Müller Thurgau, de Elena Walch, para honrar a la Región del Alto Adigio Italiano, servido a temperatura ideal.

Cierto, tanta calidad llega a la mesa tras 30 minutos de espera, y con la cocina en su apogeo, la temperatura sube, pero no...

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