Sugerencias del gourmet / Sabor y ambiente que transportan

AutorG.L. Othón

En una arteria vial tan transitada como Avenida Leones, en hora pico, sólo puede haber una cosa peor que estar en medio del embotellamiento: tener hambre de alimento, además del hambre de paz.

Por lo mismo, resulta increíble que allí mismo, cerca de la Avenida Rangel Frías haya un lugar que ofrece remedio a ambos problemas: La Hacienda, Cocina Regia.

Eso sí, pide que te sienten en el área exterior y si no hay lugar, al menos asómate y podrás relajarte con su patio, que es un verdadero deleite.

Por supuesto, no todo debe ser la vista en un buen restaurante, y al ver el menú hay que pasar a saber si el gusto será deleitado como el ojo.

Un entremés siempre sirve para evaluar a qué tipo de salsas nos enfrentaremos, y en este caso las dos que nos llevaron eran extraordinarias, una de gentil picor entre colorados chiles y la otra verde para profesionales del picor, entrona y con chispa.

Quizás no te vayan a deslumbrar las botanas, pero los Champiñones Rockefeller, que parecen algo pequeños y escasos, resultaron una gratísima sorpresa. Con su buen queso, acelga, crema y, sobre todo, el punto al dente hicieron una entrada deliciosa.

No habrá carta de vinos, pero se esmeraron en licores. Hay buena coctelería, excelentes tequilas, mezcales y buen whisky. Nosotros solicitamos un blanco Chenin Colombard de Baja California para refrescar la velada.

Nos saltamos la sección de tostadas, tacos y sopas y nos fuimos sobre las especialidades. Sus cortes se llevan aplausos, aunque también nos tentaron sus mariscos.

El Pulpo a las Brasas es sin duda una estrella del chef, pues entrega un platillo en punto perfecto, de más calidad que muchos de más alto precio que hemos degustado. Lo presentan sobre papa de galeana y no necesita más. No te lo pierdas.

En cuanto a los Camarones, tanto al Piquín como al Ajillo, les faltó presentación y tamaño, no creemos que hayan sido ni U-10, pero sí debemos reconocer que la sazón, la presentación mariposa y la cocción nos agradaron.

Donde La Hacienda brilla con mérito propio fue en la Picaña en Costra de Café, extraordinaria suavidad del jugoso corte, cada bocado se deshacía en boca y el juego de la grasa del corte y su acertada sazón se llevaron la noche.

Igualmente las Costillas de...

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