Sugerencias del gourmet / Una 'prueba' sonorense
Autor | G.L. Othón |
"Cajeme tan rico, donde hasta el más chico gasta su tostón", dice un verso de la emblemática canción "Sonora querida", que anuda la garganta y pone lo sonorense en cualquier corazón.
Nosotros quisimos probar si Sonora nos llegaba, pero fieles a nuestra costumbre: a través de su comida, y nos fuimos a Los Arbolitos de Cajeme.
Elegimos la sucursal de Plaza Nuevo Sur, en la Avenida Revolución, y constatamos un local orientado a los mariscos, moderno, ambientado a lo costeño, pero con sorpresas en el menú.
Ya instalados, comenzamos con el Pulpo Morita al centro. Viene presentado a la plancha, y es un examen para la cocina: cualquier falla leve en la cocción resultará en una textura nada grata; felizmente no fue el caso y su acompañamiento de papa de galeana, cebolla y chile morita hicieron aprobar "el examen de ingreso".
La lista de bebidas es abundante pues hay buen whisky, rones, ginebras, brandy, tequilas y mezcales, cervezas y hasta coñac. Los cocteles, margaritas y martinis, igualmente presentes. Aunque no aparecen en el menú, también tienen tintos y blancos, accesibles y bien seleccionados.
La carta ofrece ensaladas, caldos y cremas, y requerimos un Caldo Largo, de pescado y mariscos, de cumplidor tamaño, ligeramente picante, interesantes sabores y muy buen sazón.
Ofrecen también llamativos molcajetes, sólo toma en cuenta que hay tres que se presentan calientes y tres fríos, pero todos lucen apetitosos en el menú.
Ante tanto por probar, te recomendamos pedir tostadas y tacos por pieza. Así degustamos un taco de barbacoa de pulpo que resultó pasadita de condimento, y una tostada de marlín que igualmente nos pareció subida de sal y abundante de especias.
Y sigue el completo menú ofreciendo opciones: pulpos, langostas y camarones; nos detuvimos en los filetes y pedimos el salmón a la parrilla que llega muy bien servido, jugoso y acompañado de arroz y vegetales al dente, otro acierto sin duda.
El otro filete que nos recomendaron fue el Oaxaca, pero definitivamente quedó a deber: ni tuvo la calidad ni la preparación al nivel de lo que habíamos degustado al momento.
Para regresar a la senda correcta del sabor, ordenamos una especialidad: Pulpo y Camarón al Portobello, que recomendamos ampliamente. Muy buena complicidad tanto de pimientos tres colores -amarillo, verde y rojo- con toques de ajonjolí tostado y...
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