Sugerencias del gourmet / Oasis enclavado en la carretera
Autor | G.L. Othón |
Tanto del Vaticano respecto a Roma como de San Marino con relación a Italia se dice que son enclaves, porque se distinguen de aquello que los rodea y poseen características únicas u originales.
Y si ya tomaste la Carretera Nacional, te rodea el tráfico y son horas de comida... justo en Valle Alto, poco antes de La Rioja, hay un lugar completamente aparte de eso que te rodea: Enclave Restaurante.
Se ubica en la planta alta de la Plaza Nacional 5500, y ofrece un ambiente selecto y refinado en su diseño de interiores, loza y cristalería, además de cubiertos Ranieri. Respetan todas las recomendaciones de salud y la presentación y mobiliario del lugar resultan impecables.
Proponen un menú variado, diremos que hasta ameno porque ni resulta corto, pero tampoco apabullante, de esos que entretiene su lectura, pero no deja a la mente cavilando por horas qué pedir.
De sus entradas elegimos el Tres Bilines por original, pues ensambla lomo de salmón, callo de hacha y filete de res todo a fino corte en jugo de lima y a la salsa negra con 2 chiles y cebollita morada, un acierto con la lima porque no mandó al lado ácido el platillo, lo balanceó y puso notas interesantes en perfume y sabor que aunados a una correcta presentación al plato dieron un platillo estupendo.
Viendo que teníamos a un chef capaz, decidimos probar su técnica en lo simple, con una sencilla Crema Ligera de Tomate, pero este viene rostizado al carbón, en crema de textura sedosa y la sorpresa es la potencia del queso de cabra, bien integrado, entre crotón, especias y toques de la casa, que aunada a su impecable y novedosa loza resulta francamente memorable en su sencillez.
Ahora nos obligaba otro punto de comparación: el Pulpo Zarandeado, que naturalmente fue "asustado" en su correcta cocción (eso es clave en la presentación) y detectamos la nota cítrica de naranja en el marinado al adobo para el zarandeo en parrilla, presentado en elegante madera con su logotipo y una buena ensalada dulce. No será el mejor que hemos degustado, pero superó la prueba sin duda alguna.
Nos quedamos en la sección del mar, y requerimos el Salmón Blackened con Mayonesa de Naranja y Jengibre, un completo acierto porque aquí tomamos muy en cuenta que el dorado de la costra del polvo de chiles y especias no llegue a resecar el salmón, y aquí lo dejaron jugoso, señal de que saben de sellados a la parrilla; lo acompañan de ensalada fresca y no se necesita nada más.
Debido a que detectamos buena mano en la sazón, en...
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