Sugerencias del gourmet / Una magia de sabores

AutorG.L. Othón

Hay un antiguo refrán, muy mexicano y propio de acá del norte, que decían los abuelos: "en cualquier jacal, vive gente", que busca dar a entender que nunca hay que subestimar algo por su apariencia.

Si vas a la esquina de Libertad y Corregidora, en pleno centro de San Pedro, verás lo que aparenta ser un "tendajo" de un pueblo viejo, pero dentro vive un restaurante moderno, con terraza y detalles simpáticos, entretenido y mexicano hasta el fondo.

Los hermanos Rivera Río lo nombraron Cometa y han sabido jugar con la fachada y el diseño de interiores, con ideas y texturas, todo creativo y brillante.

Queremos destacar que ofrecen cuatro especialidades que llaman "individuales" y, si no te decides por una, pide las cuatro y aprovecha que te llevarán cuatro salsas estupendas a la mesa que les harán comparsa perfecta.

Así lo hicimos y gozamos el empalme de barbacoa, la pellizcada de lechón, el taco al pastor y el taco de chicharrón, todos llegan rápido a la mesa en esmerada presentación, punto exacto de las carnes y excelente sazón.

Su mixología destaca y pedimos el Ancho Agave: un mezcal muy ahumado combinado con licor ancho reyes, guayaba, jarabe de habanero y arándano que resultó refrescante y misterioso, no de fácil trago pero muy interesante fórmula.

Un platillo muy creativo fueron los Duritos de Atún y Sandía, sí, son dos duritos de cerdo donde se atrevieron a combinar buenas láminas de atún y fresca sandía con un pudding de aguacate, serrano y vinagreta de limón. El juego de sabores fue mágico.

Ya habían perdido un poco el rumbo con las setas rostizadas, porque no lograron combatir su intenso aroma característico: tal vez el queso cotija no sea contendiente para balancear al ajillo y las setas.

Lo que ameritó aplausos fue la trucha al ajillo, servida en hoja de plátano, brillantemente sellada y en su jugo con todo el sabor del chile guajillo y el ajo.

Mucho se agradeció que ofrezcan casi el 50 por ciento de su carta de vinos por copeo y, por lo mismo, degustamos el Velero de Juguette, un Sauvignon Blanc servido a temperatura y cristal perfectos...

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