Sugerencias del gourmet / Exquisita experiencia

AutorG.L. Othón

Con nada menos que 18 opciones, todas ellas apetitosas de sólo leerlas, imagínate la difícil decisión a la que te enfrentas para elegir qué entrada pedir en La Central.

Eso resume lo que será tu experiencia como comensal en ese restaurante, decidiéndote por un platillo, pero con ganas de probar otros cuatro (o más).

Ubicado en la plaza Chroma, el lugar es elegante, pero amable, e invita a quedarte a disfrutar comida y sobremesa. La música ambiental en el día es suave y permite charlar cómodamente.

Tiene una terraza que es un éxito por las noches y un salón interior de atmósfera refinada, pero muy cómoda.

Antes del primer momento de decisión, te ponen en la mesa un cuarteto de salsas muy ricas y nada picosas, acompañadas de una canastita de tostadas y rebanadas de pan calientito. Voló, y tuvimos que pedir otro.

También llegó una tacita con una crema de papa con queso cheddar, igualmente riquísima, como antesala del primer tiempo.

La carta de bebidas es abundante, aunque por ser día laboral, tuvimos que pasar de largo. Excelente motivo para regresar.

Tanto el capitán como el mesero están atentos para asistirte en todo momento, sin ser invasivos. Gracias a ellos pudimos decidir las entradas: Croquetas de Jamón Ibérico y Tuna Tartar.

Las croquetas vienen perfectamente fritas, crujientes por fuera y suaves por dentro, acompañadas de una pequeña base de mayonesa de aceite de oliva y tienen una textura y un sabor memorables. Vienen seis en el plato.

Pero el Tuna Tartar se las lleva de calle. Esa mezcla de atún crudo, con aguacate, pepino, serrano y cilantro, bañada en jugo de cítricos y mirín ponzú es una verdadera explosión intensa y fresca, una fiesta para el paladar.

Nos saltamos las sopas y ensaladas, aunque sonaban muy atractivas, y nos fuimos directo al plato fuerte.

El Pulpo a las Brasas, demás de su espectacular emplatado, tiene un gusto estupendo.

Con un toque de salsa romesco y aioli, que se sienten en cada bocado, viene acompañado de papas de Galeana rostizadas.

El Pollo Filo Mediterráneo es una fiesta en el plato.

La pechuga de pollo viene rellena de espinacas, queso feta y tomate deshidratado, cubierta de pasta filo y sobre una cama de risotto y vegetales con salsa rosé. No querrás que se acabe, pero no podrás dejar de comerlo hasta dejar limpio el plato.

Del horno de brasa, pedimos una Cola de Langosta Rock, que resultó ser el más sencillo de los platos en presentación, pero no se quedó atrás en sabor.

Vienen dos colas de langosta...

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