Sugerencias del gourmet / Conjunción de sabores
| Autor | G.L. Othón |
Encontrarse con lo moderno y juvenil, buen diseño y frescura de ideas es una experiencia muy grata. Y a la mesa, cuando al mismo tiempo se conserva "lo de antes, lo que no falla", el buen servicio y buena comida, ya con eso vale la pena conocer el lugar.
Con su buena remodelación, gratísima terraza, buen sonido ambiental e iluminación nocturna muy cuidada, el Skin Joint ofrece en Miravalle su propuesta.
Su valet parking resulta de gran ayuda, no solamente por el servicio en sí, sino para, digamos, abanderar el lugar, que nos recordó aquello de que "a mayor tamaño del anuncio del restaurante, menor calidad", pero el del Skin Joint es demasiado pequeño.
Si vas en familia o con amigos, te recomendamos no perderte la terraza, pero en pareja definitivamente quédate con su ambiente romántico en interiores.
La presentación del menú no puede ser más práctica: una sola página con todos los platillos y al reverso una amplísima variedad de bebidas, licores, cervezas y vinos.
Nos agradó su desenfado, pues no se enfocaron en cantidad sino más bien en creatividad y desenvoltura: ya no son hamburguesas gourmet y el resto, sino que ensamblaron buen platillo del mar, ensaladas, tacos, tostadas, pitas y buenos postres.
El inicio no podía ser mejor, nos mandó el chef su Ceviche de Totoaba y Palmito, que fue un deleite. Excelente balance y óptima calidad de ingredientes, pues el palmito estaba aliñado con toques de habanero, colorido y travieso de sabor.
De la sección de ensaladas nos llamó la atención una fórmula probada, la Ensalada de Filete. Muy buen corte, en término justo, entre arúgula, tomate y aguacate en abanico. El toque maestro aquí es su vinagreta de carbón activado y jengibre.
Allí mismo nos tentó el llamado Naked Salmon. Pusimos a prueba al chef al pedirlo bien cocido, y nos mandó lo mejor de dos mundos: salmón que mantuvo su jugo a pesar de su cocción, eso habla de producto fresco y buena mano al cocinarlo.
Donde sufrimos un revés fue con el Pollito al Horno, literalmente un pollo pequeño completo, sentado en un teflón rodeado de cebolla y toreados. Aclaran que tarda 30 minutos y la espera no valió la pena, pues lo hallamos reseco y falto de carácter en sazón.
Esto nos llevó a pedir la especialidad de la casa, la Classic Burger y el Chivito. Y regresamos al rumbo correcto, pues tienen ampliamente dominado...
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