Sugerencias del Gourmet/ Otra flor del jardín de la Villa
| Autor | G.L. Othón |
Ya lo había dicho: Villa de Santiago se está convirtiendo en un corredor gastronómico y de eso no hay la menor duda.
Para prueba, los tres nuevos restaurantes que han abierto sus puertas, como son la Fonda San Ignacio, del que les hablé la semana antepasada; Los Caracoles, que estoy por visitar; y El Callejón de Santiago, del cual me ocupo ahora.
A éste he acudido en varias ocasiones y me ha cautivado; no niego que presenta algunas fallas, pero en general el restaurante ofrece un servicio impecable, además del buen gusto que prevalece en sus instalaciones.
Está ubicado a dos o tres cuadras de Las Palomas, exactamente en la esquina de la manzana que también ocupa Il Capriccio de la Villa.
Sin duda, la fama de Las Palomas, el más antiguo de todos los buenos restaurantes de Santiago, sigue opacando a los nuevos (es increíble ver cómo domingo tras domingo tiene casa llena), pero creo que no deberían dejar de visitar a los de reciente apertura, sobre todo a El Callejón..., pues los sorprenderá.
Quiero aclarar de una vez por todas que, lamentablemente, después de una reseña de su servidor, los restaurantes se saturan y el servicio en general resulta lo contrario a lo comentado en esta columna, por lo que mucha gente sale desilusionada o, simple y sencillamente, ni mesa alcanza, pero les confieso que sus propietarios no tienen la culpa, pues no están preparados para recibir a tanta concurrencia.
De hecho hay lugares que tienen que cerrar sus puertas porque, ante tal afluencia, se quedan sin alimentos. Por lo tanto, les sugiero regresar después, en caso de que hayan visitado cierto establecimiento precisamente el fin de semana que lo reseñé, o esperarse a que pase la "tormenta".
Volviendo a El Callejón..., me he quedado sorprendido ante el magnífico servicio; los meseros siempre están atentos y da gusto que el chef salga de su lugar de trabajo para escuchar las opiniones de los comensales; de hecho, hizo caso a un comentario insignificante de uno de mis acompañantes, en el sentido de que a las empanadas de carne les faltaba sal, sazón que mejoró y que pudimos constatar cuando retornamos, amén de que en el menú se incluyeron también las rellenas de queso, que fue otra de nuestras sugerencias.
Algo que les aplaudo es que tengan la cocina a la vista y que el personal vista impecable; es decir, con sus filipinas y tapabocas, lo que habla de un excelente control de calidad en el manejo y preparación de alimentos.
El menú es el típico que puede ubicarse...
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